¡Vaya el señor Antonio Bustos en los comentarios del Alcorcón-Real Betis! Con esa acritud que le caracteriza, cada vez que el árbitro pita una falta contra el Alcorcón, hace una consideración de desprecio al Betis dando a entender que es beneficiado por los árbitros. Naturalmente se calla cuando se le anula un gol al Betis -fuera de juego dudoso para buena parte de los medios, incluso de los de Madrid-, cuando los del Alcorcón se ensañan a base de patadas y más patadas, con el de turno dejándose influenciar por la grada, con la roja a Pichini y con la guerra que plantea el equipo de Bordalás, que eso más que fútbol, es operación de castigo y derribo.
Pero cuando el señor Bustos despotrica y empieza a gritar: "El Betis es el Madrid de Segunda, el Betis es el Madrid de Segunda" es cuando el árbitro expulsa a un jugador alcorconero por la entrada a Dani Ceballos. La falta y tarjeta la ve todo el mundo, menos él. Está en su derecho de no verla, que nadie está en posesión de la verdad absoluta. Pero sus gritos enrabietados, incontrolados están tan fuera de sí que descolocan a sus propios compañeros de emisión.
Qué sí, que sí, que siempre se ha dicho que los Bustos son béticos. Pueden ser béticos, sevillistas, merengues, colchoneros o azulgranas. Yo lo que digo es que ha de ser más respetuoso y comedido en sus manifestaciones, que resulta cansina su cáustica acuñada con hiel contra el Betis. Como castigo Canal Sur debería elegirle para dar las próximas campanadas de fin de año.