Re: NUEVA SECCION: "El día despues"... según Betisweb
La jornada desaparecida
Hoy estoy preparándome para ir al Villamarín. Espero no perder detalle para que después, en la recontracrónica no tenga tirones de oreja por parte del "jefe" de esta "wer".
Ya tengo todo dispuesto, espero poder aparcar cerca del estadio, como siempre, allá en la Avenida de Alemania, para ir paso firme a ocupar mi asiento. Está lejos lo sé, pero... ¿para qué estar esperando en un atasco cuando me lo quito, ya sea berrinche o alegría, paseando entre béticos?
¿Que si no me he enterado que no hay partido? Pues sí, pero me gustaría poder seguir con lo anterior, aunque sea a modo de ficción.
Antes de llegar a fondo bajo, a mi asiento, me encuentro con la desagradable noticia que el equipo no se ha reforzado como debiera. A mí esto me da ciertas contradicciones y cuando eso me pasa me gusta fijarme en gente que sabe y leerles, a ver qué me cuentan. Y cuentan que mal, que el club se ha movido con pies de plomo en un lodazal blando y profundo y se ha hundido. Quizá pequen de novatos, o de demasiado prudentes, o de demasiado pobres, o de demasiado tristes, pero es que llevamos un veranito donde los béticos esperan que su equipo juegue de salón con ilusión, sin nuevas formas de vivir al Betis, sino simplemente la de siempre. Y la de siempre es esperar que ese jugar de salón traiga la suficiente cintura para no rompérsela esperando jugadores que regatean proyectos "más interesantes", no quedarse clavados ante pases de jugadores que suenan a galaxias lejanas y alunizan en clubes de la mitad de nuestra masa social o hasta menos. De saber incluso qué número de fichas nos deja la liga y cómo podemos dar ese pase de pecho, esa rabona de última hora que mete el gol por la escuadra de la puerta de entrada a la liga.
Porque el bético sufre, no hay un dolor más profundo en el alma de niño que tiene todo bético que quedarse si poder ir al Betis. Es una línea roja (sí, roja de malo) que si se traspasa es que en la familia falta para muchas cosas y hay que sobrevivir, hay que descontar uno o varios abonos de la familia, normalmente de los padres o abuelos, que antes que dejarse llevar por los colores, quieren que estos sigan envolviendo el alma de los suyos. Y para eso hay que ser zurdos, tener pié izquierdo, y nos ha faltado. No subir los abonos no significa hacerlo bien. Hacerlo bien es poner imaginación para acercar a nuestra pradera verdiblanca a cuantos más béticos mejor. Un parado en la calle un día de partido es un bético triste por muchos motivos. Una ayuda para él es una bendición y un asiento menos que está o verde, o blanco, pero vacío. Una ayuda en la financiación es un alivio a su economía, una salida para en vez de un juguete el regalo de reyes sea un abono. Lo dicho, la zurda del Betis no ha tenido imaginación para poner esos balones al área que sean jaleados por béticos que se ahogan en esta crisis maldita y que el Betis representa un bálsamo.....
Leer más en: http://www.betisweb.com/blogs/sala-d...#ixzz25QsfD2DV
"La Recontracronica"
La jornada desaparecida
Hoy estoy preparándome para ir al Villamarín. Espero no perder detalle para que después, en la recontracrónica no tenga tirones de oreja por parte del "jefe" de esta "wer".
Ya tengo todo dispuesto, espero poder aparcar cerca del estadio, como siempre, allá en la Avenida de Alemania, para ir paso firme a ocupar mi asiento. Está lejos lo sé, pero... ¿para qué estar esperando en un atasco cuando me lo quito, ya sea berrinche o alegría, paseando entre béticos?
¿Que si no me he enterado que no hay partido? Pues sí, pero me gustaría poder seguir con lo anterior, aunque sea a modo de ficción.
Antes de llegar a fondo bajo, a mi asiento, me encuentro con la desagradable noticia que el equipo no se ha reforzado como debiera. A mí esto me da ciertas contradicciones y cuando eso me pasa me gusta fijarme en gente que sabe y leerles, a ver qué me cuentan. Y cuentan que mal, que el club se ha movido con pies de plomo en un lodazal blando y profundo y se ha hundido. Quizá pequen de novatos, o de demasiado prudentes, o de demasiado pobres, o de demasiado tristes, pero es que llevamos un veranito donde los béticos esperan que su equipo juegue de salón con ilusión, sin nuevas formas de vivir al Betis, sino simplemente la de siempre. Y la de siempre es esperar que ese jugar de salón traiga la suficiente cintura para no rompérsela esperando jugadores que regatean proyectos "más interesantes", no quedarse clavados ante pases de jugadores que suenan a galaxias lejanas y alunizan en clubes de la mitad de nuestra masa social o hasta menos. De saber incluso qué número de fichas nos deja la liga y cómo podemos dar ese pase de pecho, esa rabona de última hora que mete el gol por la escuadra de la puerta de entrada a la liga.
Porque el bético sufre, no hay un dolor más profundo en el alma de niño que tiene todo bético que quedarse si poder ir al Betis. Es una línea roja (sí, roja de malo) que si se traspasa es que en la familia falta para muchas cosas y hay que sobrevivir, hay que descontar uno o varios abonos de la familia, normalmente de los padres o abuelos, que antes que dejarse llevar por los colores, quieren que estos sigan envolviendo el alma de los suyos. Y para eso hay que ser zurdos, tener pié izquierdo, y nos ha faltado. No subir los abonos no significa hacerlo bien. Hacerlo bien es poner imaginación para acercar a nuestra pradera verdiblanca a cuantos más béticos mejor. Un parado en la calle un día de partido es un bético triste por muchos motivos. Una ayuda para él es una bendición y un asiento menos que está o verde, o blanco, pero vacío. Una ayuda en la financiación es un alivio a su economía, una salida para en vez de un juguete el regalo de reyes sea un abono. Lo dicho, la zurda del Betis no ha tenido imaginación para poner esos balones al área que sean jaleados por béticos que se ahogan en esta crisis maldita y que el Betis representa un bálsamo.....
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"La Recontracronica"
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