¿Para qué tocar lo que funciona?
desde mi córner
¿Para qué tocar lo que funciona?
Resulta de difícil comprensión esa decisión del Betis de deshacerse de los servicios de Patricia la psicóloga
TOCABA hoy entrar por los vericuetos de la final de la Champions, pero entre que aún dura la sorpresa por la ausencia de Madrid y Barça y que la actualidad doméstica sigue dando pan para hoy sin saberse si será el hambre de mañana, he optado por esto último. Y vamos a entrar en una sorprendente decisión tomada en el Betis y que se repite sin saberse por qué. Vieja conseja es la de no tocar lo que funciona y parece que el día que se dictó esa materia, los que manejan al Betis no asistieron a clase. Me refiero a la desvinculación de la muy mediática psicológa Patricia Ramírez tras dos años ciertamente fructíferos.
Aun reconociendo lo firmes que están las riendas del Betis, por siempre Real Betis Balompié, me ha sorprendido desagradablemente la decisión. Es más, me recuerda a otra que tomaron al poco de llegar y que fue el despido de Miguel Valenzuela, al que consideraba el valor más considerable de cuantos componían el organigrama técnico del club. Aquello no lo comprendí nunca, sigo sin comprenderlo, y me deja perplejo que jugada tan desmañada haya sido bisada. Medida impopular la de prescindir de los servicios de una mujer que ha sabido ganarse la estima de los béticos y la veneración de todo un vestuario, que es algo que roza lo milagroso.
Me manejo sólo por la versión oficial, pues ni conozco a Patricia ni estoy al tanto de los entresijos de esa relación profesional. Y dice el club que le quería ampliar las funciones y que ella se ha negado por incompatibilidad manifiesta con sus diversas obligaciones. Si funcionaba bien como estaba, ¿para qué aumentarle la carga de trabajo? ¿Asegura esta medida que el que llegue va a conectar como Patricia con el vestuario? No sé, doctores tiene la Iglesia, pero igual que pensé, y manifesté, cuando le dieron puerta a Valenzuela hago ante la marcha de una profesional que era del agrado de todos los que la rozaban. Creo que lo que funciona, mejor no tocarlo.
Luis Carlos Peris
¿Para qué tocar lo que funciona?
Resulta de difícil comprensión esa decisión del Betis de deshacerse de los servicios de Patricia la psicóloga
TOCABA hoy entrar por los vericuetos de la final de la Champions, pero entre que aún dura la sorpresa por la ausencia de Madrid y Barça y que la actualidad doméstica sigue dando pan para hoy sin saberse si será el hambre de mañana, he optado por esto último. Y vamos a entrar en una sorprendente decisión tomada en el Betis y que se repite sin saberse por qué. Vieja conseja es la de no tocar lo que funciona y parece que el día que se dictó esa materia, los que manejan al Betis no asistieron a clase. Me refiero a la desvinculación de la muy mediática psicológa Patricia Ramírez tras dos años ciertamente fructíferos.
Aun reconociendo lo firmes que están las riendas del Betis, por siempre Real Betis Balompié, me ha sorprendido desagradablemente la decisión. Es más, me recuerda a otra que tomaron al poco de llegar y que fue el despido de Miguel Valenzuela, al que consideraba el valor más considerable de cuantos componían el organigrama técnico del club. Aquello no lo comprendí nunca, sigo sin comprenderlo, y me deja perplejo que jugada tan desmañada haya sido bisada. Medida impopular la de prescindir de los servicios de una mujer que ha sabido ganarse la estima de los béticos y la veneración de todo un vestuario, que es algo que roza lo milagroso.
Me manejo sólo por la versión oficial, pues ni conozco a Patricia ni estoy al tanto de los entresijos de esa relación profesional. Y dice el club que le quería ampliar las funciones y que ella se ha negado por incompatibilidad manifiesta con sus diversas obligaciones. Si funcionaba bien como estaba, ¿para qué aumentarle la carga de trabajo? ¿Asegura esta medida que el que llegue va a conectar como Patricia con el vestuario? No sé, doctores tiene la Iglesia, pero igual que pensé, y manifesté, cuando le dieron puerta a Valenzuela hago ante la marcha de una profesional que era del agrado de todos los que la rozaban. Creo que lo que funciona, mejor no tocarlo.
Luis Carlos Peris
Comentario