Hace apenas dos meses se confirmaba el descenso del Mónaco a la segunda división francesa y como suele pasar cuando un equipo pierde la categoría sus mejores jugadores empiezan a buscarse un destino mejor, ese ha sido el caso del guardameta Stephane Ruffier, que se ha marchado al Saint Etienne por unos 4 kilos o de Nicolas N'Koulou, un polivalente defensor que ha puesto rumbo a Marsella por 3,5 millones de €. Mi artículo de hoy va dedicado a un canterano que debutó la campaña pasada y que todo hace indicar que se quedará en segunda, aunque que de recibir una oferta interesante no sería ni mucho menos inviable su salida. Su nombre es Nampalys Mendy, 19 años, (23 de Junio de 1992, La Seyne-sur-Mer, Francia).

Mendy es un mediocentro de carácter defensivo, que no destaca por su presencia ni por su corpulencia física, apenas 1,68 metros de altura y 68 kg de peso, lo que no significa que sea un jugador débil y prueba de ello es que no rehuye el cuerpo a cuerpo. Suele mantener una buena posición en el mediocampo, mostrándose muy atento para prestar ayuda y realizar la cobertura al compañero que lo necesite. Dinámico, seguro en el pase en corto, posee una técnica aceptable, la protege ante el rival con mucha eficiencia y asume pocos riesgos con el balón en los pies, buscando en todo momento la opción más sencilla, complicándose lo menos posible y combinando con pocos toques.

Ahí va su artículo El triunfo del fútbol elegante: Nampalys Mendy