Puede que sea la pregunta que hoy día se hacen miles de béticos sin obtener respuesta. Béticos con dinero, y sin él; con acciones o sin ellas; socios y no socios; de bandera, bufanda y sentimiento, o de amor desde la lejanía; veteranos curtidos en mil batallas, o noveles que sufren en el colegio preguntando a sus padres en busca de una respuesta razonable, pero defendiéndose como gladiadores ante el exterior; acomodados o luchadores en busca del giro; creyentes o faltos de fe en su club; en definitiva todos aquellos a los que las trece barras verdiblancas le hacen tic en el corazón. Porque son muchas las preguntas sin respuesta que ahora mismo existe dentro del beticismo. ¿Que hará Lopera con el club?, ¿por qué ya no tenemos Centenario, o al menos eso parece?, ¿por qué no competimos más que por evitar la Segunda?, ¿por qué un busto y un parking parecen más importantes que el progreso?, ¿para qué están los consejeros?, ¿cúal es la función de Pepe Léon, si es que la tiene?, ¿por qué un entrenador francés se cree ahora que ha inventado el beticismo y nos deja en evidencia con sus malas formas?, ¿dónde están las cuentas del club?, ¿Encadesa, Tegasa, Incecosa, Farusa o Frigimueble quienes son?, ¿y el Betis que es?, ¿cuáles son sus propiedades?, ¿las tiene?, ¿y las obras del estadio?, ¿y la ciudad deportiva más moderna de Europa pero que tiene a los más jóvenes repartidos por Sevilla?, ¿cuántos empleados hay para el correcto funcionamiento?, ¿por qué la voz de la afición no se respeta?, ¿por qué el eterno rival pasea trofeos y nosotros agachamos la cabeza?, ¿cuándo acabará este mal?, ¿reaccionaremos algún día?, ¿Lopera quiere hacerlo?, ¿y sino porque no se va?, ¿tendrá cosas que ocultar?, ¿por qué se esconde?, ¿hasta cuando lo estará?, ¿cuándo dejará de hablar del 92 y lo hará de 2007 y 2008?, ¿habrá algún bético de bien dispuesto a comprar?, ¿por qué no aparece?, ¿por qué no lo hay?, ¿nos merecemos esto?.