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Tal y como informó ayer este diario, el Valencia está sondeando el mercado en busca de un guardameta, pero no es para sustituir a César Sánchez, que aún está a la espera de poder renovar, sino para ocupar el puesto de Renan Brito, con el que el técnico no está del todo satisfecho. Por lo tanto, la operación que está intentando efectuar la entidad ché es a tres bandas: primero encontrarle una salida al meta brasileño, luego firmar un sustituto de nivel y, después, renovar a César.

Así sería como la portería estaría bien cubierta en opinión de Unai Emery, que ha pedido que se ponga la maquinaria en marcha lo antes posible para ver si pueden cristalizar las tres operaciones y tener ese puesto bien atado.




Cesión.
Con esto, el gran perjudicado es Renan, al que le quedan cuatro años de contrato y al que quieren ceder para que termine de hacerse como portero. Y eso pese a que desde que llegó fue el meta titular para el entrenador vasco, que apostó por él por delante de Hildebrand. Eso sí, tras su lesión, Emery siguió apostando por César, que fue de lo mejor del Valencia en la recta final lo cual dio a entender que en las preferencias de Unai el extremeño estaba por delante de Renan. Así, los agentes de César siguen siendo optimistas respecto a la continuidad de éste en Mestalla y esperan ampliar su contrato una campaña más. Esto supondría el préstamo de Renan y el fichaje de otro portero, aunque siempre dentro de unos márgenes de gasto muy estrechos. Si no se encuentra un meta que encaje, seguirían el brasileño y César.