"Me enganchaste justo metido en la página del Lokomotiv. Estamos cuartos, con un partido menos, a seis puntos del Rubin Kazan, je...". Hace un año apenas, Carlitos Matheu con suerte si espiaba Soloascenso y páginas web del ramo. Independiente, acaso, si era un presente serpenteante en su vida mientras asomaba por ahí Quilmes, equipo vecino a su barrial Bernal, en un futuro de B Nacional. "También me querían unos rusos que pretendían pagar 400.000 dólares por mi pase. Era otro momento. Ayer nomás. No me servía jugar dos partidos y volver al banco. Soñaba con tener continuidad y cualquier alternativa de jugar seguido me seducía. Por suerte, Pedro (Troglio) apareció en mi camino", le cuenta a Olé este marcador central de 23 años que terminó su temporada de manera singular: titular indiscutido, impensadísimo ídolo de la gente, y -con un golazo frente a Arsenal en la última fecha- generador de la vuelta del Rojo a las huestes internacionales. Ayer, además, quedó cerrado su vínculo con los moscovitas por cuatro años en una operación de unos 3.300.000 dólares brutos (así el CAI se quedará con los tres palos limpitos que pretendía). Lo quiso Juve, Genoa, Betis, La Coruña, Racing Santander. Pero se irá en tren. Tren ruso.
"A nivel selección terminaron la Euro en semifinales y siendo atracción. El Zenit ganó la UEFA. Se ha convertido en un fútbol revalorizado el ruso. Es todo un desafío", le comenta a este diario quien será compañero de Guille Pereira, el ex River, y de cinco integrantes del team de Guus Hiddink en Austria-Suiza. "Además, el técnico sabe hablar algo de español. Así que no creo que tenga muchos problemas de adaptación. Ni a su idioma ni a sus costumbres. Ellos se fijaron mucho en mi estilo de jugador pero también en mi persona. Es parte de las cosas que puse en la balanza antes de aceptar. Al fin, se acabaron los rumores", nos aseguró quien el lunes no viajará hacia USA siendo parte de la polémica gira Roja. En realidad, se dirigirá con rumbo a Alemania para hacerse la revisión médica y rubricar su vínculo. Igual, hoy se dará una vuelta por Domínico para visitar a sus ex... "Mi primer día en Independiente fue rarísimo. Tenía 17 años y, a pesar de todo, ya tenía experiencia en la Primera de Argentino de Quilmes. Fue en la Doble Visera y me evaluó el Tolo Gallego. Hice dupla central con Villavicencio y, de 4, jugaba el Tiburoncito Serrizuela. ¡Tenía unos nervios! Pero me aceptaron y quedé en el Selectivo", recuerda un Carlitos emocionado. Ya no sabe cómo decir gracias. "Aunque Pusi me enseñó: allá se dice spasiba, je".
(Otro buen jugador que se nos escapa) Fuente: Diario Ole
"A nivel selección terminaron la Euro en semifinales y siendo atracción. El Zenit ganó la UEFA. Se ha convertido en un fútbol revalorizado el ruso. Es todo un desafío", le comenta a este diario quien será compañero de Guille Pereira, el ex River, y de cinco integrantes del team de Guus Hiddink en Austria-Suiza. "Además, el técnico sabe hablar algo de español. Así que no creo que tenga muchos problemas de adaptación. Ni a su idioma ni a sus costumbres. Ellos se fijaron mucho en mi estilo de jugador pero también en mi persona. Es parte de las cosas que puse en la balanza antes de aceptar. Al fin, se acabaron los rumores", nos aseguró quien el lunes no viajará hacia USA siendo parte de la polémica gira Roja. En realidad, se dirigirá con rumbo a Alemania para hacerse la revisión médica y rubricar su vínculo. Igual, hoy se dará una vuelta por Domínico para visitar a sus ex... "Mi primer día en Independiente fue rarísimo. Tenía 17 años y, a pesar de todo, ya tenía experiencia en la Primera de Argentino de Quilmes. Fue en la Doble Visera y me evaluó el Tolo Gallego. Hice dupla central con Villavicencio y, de 4, jugaba el Tiburoncito Serrizuela. ¡Tenía unos nervios! Pero me aceptaron y quedé en el Selectivo", recuerda un Carlitos emocionado. Ya no sabe cómo decir gracias. "Aunque Pusi me enseñó: allá se dice spasiba, je".
(Otro buen jugador que se nos escapa) Fuente: Diario Ole
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