Antes de nada, decir que mientras escribo esto lo hago desde el control total de mis facultades (creo) y que el paraguas queda abierto desde ya.

Resulta que el otro día, a raíz del fichaje de Danilo por el Madrid, leí que era muy posible que se optase por dar la carta de libertad a Arbeloa, para no complicar su ya obvia salida en agradecimiento por sus años de servicio. En ese momento pensé irónicamente "Bueno, pues para nosotros" y reí presa de mi ingenio y mala leche. Pero entonces le di más vueltas y... no es tan descabellado.

A Arbeloa se le ha criticado mucho (yo, el primero) porque su nivel siempre ha sido muy bajo para el Madrid o la selección, o al menos para haber sido titular con tanta frecuencia. Los chistes del cono son internacionalmente conocidos y yo mismo he sido partícipe de ellos. Pero la realidad es que, a pesar de esas limitaciones, es un lateral competente, disciplinado y trabajador. Insuficiente para el campeón de Europa, pero más que útil, para nosotros o un equipo de nuestras aspiraciones.

Afrontémoslo, ¿Cuántos años hace que no tenemos un lateral derecho mejor que él?

Esta temporada lleva 28 partidos jugados, ha marcado un gol y ha dado 5 asistencias. Ancelotti cuenta con él hasta el punto de que ayer lo usó como revulsivo contra el Atleti (esto yo tampoco lo entiendo. Cosas de italianos). Siempre se han destacado sus dotes de liderazgo y su compañerismo, por lo que podría ejercer unas funciones de las que llevamos huérfanos desde Belenguer (Cañas lo intentó, pero no era lo mismo).

Además, sería un fichaje bastante mediático, que eso siempre vende.

Como puntos a nuestro favor, contamos con Macià, que lo fichó para el Liverpool cuando jugaba en el Depor (casi nada) y con Pacheco, uno de sus mejores amigos y su "ahijado" en Inglaterra.

Como principal escollo, evidentemente, el salario. Arbeloa cobra más de cinco millones brutos, casi 3 netos. Evidentemente, no podemos pagar algo así, la cosa es que no creo que nadie más vaya a hacerlo. Tal vez en países exóticos a base de petrodólares para poder lucir insignia de campeón del mundo, pero Arbeloa no parece de la clase de jugadores a los que les atraiga eso. Con 32 años, ha cobrado bastante y ha pasado casi toda su carrera entre el banquillo y una titularidad cuestionada. Sería su oportunidad de ser uno de los estandartes de lo que puede ser un ilusionante y renovado proyecto en primera división.

Yo dejo todo esto aquí, a ver qué os parece.