La revelación de la presente edición de esta Europa League tiene un claro protagonista, el Basilea de Murat Yakin, capaz de apear a potentes rivales como el Dnipro de Juande Ramos, el Zenit o su última víctima, un Tottenham Hotspur al que eliminó en los penaltis tras arrancar un 2-2 en White Hart Lane, en un partido espectacular, y repetir resultado en Suiza. De este equipo, su talento más prometedor también tiene nombres y apellidos. Se trata de Mohamed Salah, 20 años, (15 de junio de 1992, Gharbia, Egipto).
Mohamed Salah es un atacante que puede desenvolverse en cualquier zona de la mediapunta, tanto en el carril central, como por cualquiera de las dos bandas, aunque lo más habitual es verle escorado en el costado derecho, a pesar de zurdo. Muy dinámico, frecuentemente se le ve permutar de posición durante el partido. Lo primero que llama la atención del fútbol de Salah es el gran impacto que tiene en el juego de su equipo. Participa continuamente, reclama la pelota, no se esconde nunca y no tiene el menor reparo en intentarlo, por difícil que pueda parecer, algo a destacar teniendo en cuenta su juventud. Sus virtudes físicas no las encontramos en la corpulencia ni en la fuerza, pero si en una velocidad y explosividad de las que hace uso constantemente. Está dotado de una técnica individual muy depurada, algo que muestra tanto en la conducción de balón como en el regate, una de sus características más espectaculares y utilizadas. Le encanta sortear contrarios, desafiar continuamente a su par en el uno contra uno. Se maneja a las mil maravillas cuando encuentra espacios, donde explota su rapidez y verticalidad, saliendo desde una banda pero con tendencia a buscar portería, haciendo gala de una interesante facilidad goleadora, además de una buena capacidad para asistir.
Dejo aquí el artículo completo: El triunfo del fútbol elegante: Mohamed Salah
Mohamed Salah es un atacante que puede desenvolverse en cualquier zona de la mediapunta, tanto en el carril central, como por cualquiera de las dos bandas, aunque lo más habitual es verle escorado en el costado derecho, a pesar de zurdo. Muy dinámico, frecuentemente se le ve permutar de posición durante el partido. Lo primero que llama la atención del fútbol de Salah es el gran impacto que tiene en el juego de su equipo. Participa continuamente, reclama la pelota, no se esconde nunca y no tiene el menor reparo en intentarlo, por difícil que pueda parecer, algo a destacar teniendo en cuenta su juventud. Sus virtudes físicas no las encontramos en la corpulencia ni en la fuerza, pero si en una velocidad y explosividad de las que hace uso constantemente. Está dotado de una técnica individual muy depurada, algo que muestra tanto en la conducción de balón como en el regate, una de sus características más espectaculares y utilizadas. Le encanta sortear contrarios, desafiar continuamente a su par en el uno contra uno. Se maneja a las mil maravillas cuando encuentra espacios, donde explota su rapidez y verticalidad, saliendo desde una banda pero con tendencia a buscar portería, haciendo gala de una interesante facilidad goleadora, además de una buena capacidad para asistir.
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