Felipe Miñambres es uno de los principales activos del Rayo Vallecano por su importante trabajo como director deportivo. Comenzó su andadura como director deportivo en el Rayo Vallecano cuando éste estaba en Segunda B. Desde entonces han pasado cinco años con muchas más luces que sombras en el terreno deportivo del conjunto vallecano.
Nuestro protagonista de hoy, Felipe Miñambres, es una persona que desde bien joven ha estado relacionada con el mundo del fútbol. Antes de ser director deportivo, Felipe Miñambres fue jugador y entrenador de diferentes clubes durante muchos años.
Como jugador, estuvo en las filas de equipos como el Atlético Astorga, Zamora o Sporting, pero donde realmente se hizo un hueco fue en el Tenerife. Disputó 309 partidos y logró ser convocado con la selección española.
En la 99-00, un año después de retirarse como futbolista, debutó como entrenador del Tenerife haciendo de puente entre Mauro Sandroani y Fernando Castro Santos. También fue secretario técnico del club, pero la destitución de Pepe Mel en sustitución de Javier Clemente hizo que Felipe presentara la dimisión. No sería la última vez que trabajaran juntos.
Tras abandonar las islas, Miñambres estuvo entrenando a varios clubes históricos como Salamanca, Hércules, Alicante o Lleida hasta encontrar la estabilidad en el Rayo Vallecano, pero como director deportivo. La estancia de Felipe Miñambres en el Rayo Vallecano no siempre ha sido un camino de rosas. Llegó al conjunto rayista en Segunda B cuando los Ruíz Mateos aún presidían la entidad vallecana en 2007.
En esos momentos, la mayoría de jugadores de Segunda B querían recalar en el Rayo Vallecano debido a los altos salarios, muchos fuera de mercado, que la familia dueña de Rumasa pagaba a sus futbolistas, algo que acrecentó los problemas económicos que se han manifestado en fechas recientes. Con esta situación, Felipe Miñambres fichó a Pepe Mel para entrenar a un equipo lleno de jugadores de talento como Amaya, Miguel Albiol o Coke para lograr sacarlo del pozo de Segunda B. Lo logró eliminando en los playoff de ascenso a Segunda División a Zamora y Benidorm.
Esa temporada Miñambres tenía el gran objetivo de crear un equipo de Segunda División competitivo para la nueva categoría y lo logró con creces. El equipo acabó quinto con 70 puntos siendo un recién ascendido con un fútbol ofensivo y atrevido. Esa temporada Miñambres fichó jugadores como Cobeño, Aganzo, Jofre o su mayor descubrimiento que brilló con luz propia: Mohammed Diamé.
La temporada 2009-2010 fue, sin duda, la más dura a nivel personal y profesional de Felipe Miñambres. Tras la destitución de Pepe Mel debido a una larga mala racha a mitad de temporada, los Ruiz Mateos tomaron la decisión de colocar en el banquillo a Felipe Miñambres. La grada, conocedora del pasado como entrenador de Felipe, comenzó a rumorear que la destitución de Mel fue una estrategia de Felipe para quedarse con el banquillo rayista. Todos los aficionados que suelen ir al estadio han tenido ocasión de ver alguna vez a Felipe Miñambres siendo insultado o pitado por estar donde no quería, aunque esto último no era conocido por muchos de los aficionados. El tiempo le dio la razón a Miñambres, que volvió a la dirección deportiva la temporada siguiente tras salvar al equipo del descenso en la última jornada liguera.
El gran éxito de Felipe Miñambres fue escuchar a una grada que coreaba un nombre desconocido para el público general del fútbol pero no para la grada rayista. Ese nombre era José Ramón Sandoval, hasta entonces entrenador de un Rayo Vallecano B que ascendió a Segunda B esa misma temporada. Su fichaje por el primer equipo llegó con otros dos aciertos mayúsculos de Miñambres: Óscar Trejo y Emiliano Armenteros, que fueron claves para el ascenso. La vuelta de Amaya o los fichajes de Javi Fuego, Casado y Delibasic entre otros también encumbraron una gestión deportiva sencillamente brillante. El equipo logró el ascenso directo tras un año lleno de problemas de impagos que propiciaron el cambio de presidente.
La gran virtud de Felipe Miñambres esta temporada está siendo armar un equipo con un presupuesto prácticamente nulo, algo irrisorio para un equipo de Primera División. También tiene serios problemas con la gestión de una plantilla que no deja de recibir constantes ofertas suculentas de otros equipos para abandonar la disciplina vallecana. Fue uno de los artífices de que Javi Fuego se quedara hasta final de año y de sacar tajada económica por un jugador que no era propiedad del Rayo Vallecano como Jordi Figueras, aunque Miñambres le insistió hasta la saciedad con quedarse hasta final de temporada. Este verano logró, a coste 0, armar un equipo de jugadores muy competitivos y con experiencia, como Michu, Pacheco, Tamudo o Trashorras, aunque finalmente algunos han mostrado poca seriedad y compromiso con la entidad franjirroja.
Hasta hoy, su gestión ha sido muy buena y la situación actual del Rayo Vallecano se debe en gran parte a que logró ver grandes jugadores o entrenadores donde nadie más los veía. Felipe Miñambres es a día de hoy historia viva de los despachos del equipo de la Avenida de la Albufera.
Fuente: http://www.vavel.com/mobile/es/futbol/rayovallecano/74651-felipe-minambres-la-cara-oculta-del-exito-rayista.html
Nuestro protagonista de hoy, Felipe Miñambres, es una persona que desde bien joven ha estado relacionada con el mundo del fútbol. Antes de ser director deportivo, Felipe Miñambres fue jugador y entrenador de diferentes clubes durante muchos años.
Como jugador, estuvo en las filas de equipos como el Atlético Astorga, Zamora o Sporting, pero donde realmente se hizo un hueco fue en el Tenerife. Disputó 309 partidos y logró ser convocado con la selección española.
En la 99-00, un año después de retirarse como futbolista, debutó como entrenador del Tenerife haciendo de puente entre Mauro Sandroani y Fernando Castro Santos. También fue secretario técnico del club, pero la destitución de Pepe Mel en sustitución de Javier Clemente hizo que Felipe presentara la dimisión. No sería la última vez que trabajaran juntos.
Tras abandonar las islas, Miñambres estuvo entrenando a varios clubes históricos como Salamanca, Hércules, Alicante o Lleida hasta encontrar la estabilidad en el Rayo Vallecano, pero como director deportivo. La estancia de Felipe Miñambres en el Rayo Vallecano no siempre ha sido un camino de rosas. Llegó al conjunto rayista en Segunda B cuando los Ruíz Mateos aún presidían la entidad vallecana en 2007.
En esos momentos, la mayoría de jugadores de Segunda B querían recalar en el Rayo Vallecano debido a los altos salarios, muchos fuera de mercado, que la familia dueña de Rumasa pagaba a sus futbolistas, algo que acrecentó los problemas económicos que se han manifestado en fechas recientes. Con esta situación, Felipe Miñambres fichó a Pepe Mel para entrenar a un equipo lleno de jugadores de talento como Amaya, Miguel Albiol o Coke para lograr sacarlo del pozo de Segunda B. Lo logró eliminando en los playoff de ascenso a Segunda División a Zamora y Benidorm.
Esa temporada Miñambres tenía el gran objetivo de crear un equipo de Segunda División competitivo para la nueva categoría y lo logró con creces. El equipo acabó quinto con 70 puntos siendo un recién ascendido con un fútbol ofensivo y atrevido. Esa temporada Miñambres fichó jugadores como Cobeño, Aganzo, Jofre o su mayor descubrimiento que brilló con luz propia: Mohammed Diamé.
La temporada 2009-2010 fue, sin duda, la más dura a nivel personal y profesional de Felipe Miñambres. Tras la destitución de Pepe Mel debido a una larga mala racha a mitad de temporada, los Ruiz Mateos tomaron la decisión de colocar en el banquillo a Felipe Miñambres. La grada, conocedora del pasado como entrenador de Felipe, comenzó a rumorear que la destitución de Mel fue una estrategia de Felipe para quedarse con el banquillo rayista. Todos los aficionados que suelen ir al estadio han tenido ocasión de ver alguna vez a Felipe Miñambres siendo insultado o pitado por estar donde no quería, aunque esto último no era conocido por muchos de los aficionados. El tiempo le dio la razón a Miñambres, que volvió a la dirección deportiva la temporada siguiente tras salvar al equipo del descenso en la última jornada liguera.
El gran éxito de Felipe Miñambres fue escuchar a una grada que coreaba un nombre desconocido para el público general del fútbol pero no para la grada rayista. Ese nombre era José Ramón Sandoval, hasta entonces entrenador de un Rayo Vallecano B que ascendió a Segunda B esa misma temporada. Su fichaje por el primer equipo llegó con otros dos aciertos mayúsculos de Miñambres: Óscar Trejo y Emiliano Armenteros, que fueron claves para el ascenso. La vuelta de Amaya o los fichajes de Javi Fuego, Casado y Delibasic entre otros también encumbraron una gestión deportiva sencillamente brillante. El equipo logró el ascenso directo tras un año lleno de problemas de impagos que propiciaron el cambio de presidente.
La gran virtud de Felipe Miñambres esta temporada está siendo armar un equipo con un presupuesto prácticamente nulo, algo irrisorio para un equipo de Primera División. También tiene serios problemas con la gestión de una plantilla que no deja de recibir constantes ofertas suculentas de otros equipos para abandonar la disciplina vallecana. Fue uno de los artífices de que Javi Fuego se quedara hasta final de año y de sacar tajada económica por un jugador que no era propiedad del Rayo Vallecano como Jordi Figueras, aunque Miñambres le insistió hasta la saciedad con quedarse hasta final de temporada. Este verano logró, a coste 0, armar un equipo de jugadores muy competitivos y con experiencia, como Michu, Pacheco, Tamudo o Trashorras, aunque finalmente algunos han mostrado poca seriedad y compromiso con la entidad franjirroja.
Hasta hoy, su gestión ha sido muy buena y la situación actual del Rayo Vallecano se debe en gran parte a que logró ver grandes jugadores o entrenadores donde nadie más los veía. Felipe Miñambres es a día de hoy historia viva de los despachos del equipo de la Avenida de la Albufera.
Fuente: http://www.vavel.com/mobile/es/futbol/rayovallecano/74651-felipe-minambres-la-cara-oculta-del-exito-rayista.html
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