Ayer se celebró en Jaén la final de la Copa Subdelegado, la de más prestigio que hay en Jaén, provincia en la que abundan las peñas béticas y la devoción por los colores verdiblancos. La jugó el Tugia contra el Betis Iliturgitano de Andújar , equipo este que viste los colores del Betis, lleva su nombre y comparte sentimientos. El Betis, que jugó la segunda parte con 8 jugadores (el árbitro expulsó a tres) perdió la final 6-3, pero al acabar el partido la afición rival se olvidó de que eran campeones y durante un rato corearon: ¡Musho Betis, husho Betis! La aficioón del Betis Iliturgitano correspondió sacando a algunos futbolistas de ellos a hombros. No ganó el Betis de Andújar, pero mostró algo más importante: el espíritu que contagia el Betis: deportividad, sufrimiento, alegría, amor por unos colores. ¡Betis bueno, sea el Betis que sea!