Va en nuestros genes y eso es muy difícil de cambiar, es increíble la capacidad que tenemos para desperdiciar oportunidades o resucitar equipos desahuciados...
Oportunidad única para dar un golpe en la mesa y ponernos a tiro del liderato, y nada, zas!! en toda la boca. Y lo peor de todo que es lo habitual desde hace más de un siglo, en todas las categorías y disciplinas deportivas en la que participamos, porque competir, lo que se dice competir...., en ninguna....
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