Pocos, muy pocos, podían imaginar que transcurridas once jornadas de liga, el primer equipo filial iba a estar coqueteando con los puestos de play off de ascenso a la división de plata del fútbol español. Fueron dos duros años de travesía por el desierto de la Tercera división, y hoy por hoy, el Real Betis B es el equipo revelación en el Grupo IV de la Segunda B. Su fútbol de toque, su insultante juventud, su condición física y su buena disposición sobre el terreno de juego, no han pasado desapercibidos para nadie. Y el máximo culpable de la actual situación del equipo tiene nombre propio: Paco Chaparro. Un entrenador curtido en mil batallas, gran conocedor de la categoría y que puede llevarnos a la permanencia antes de lo esperado. De hecho, ocupa la quinta plaza de la clasificación empatado a puntos con Granada y Águilas, y ha estado de mitad de la tabla para arriba desde el comienzo de campaña.
El conjunto verdiblanco ya comenzó a ganarse el respeto de sus rivales en la primera jornada de liga, ganando en casa al Marbella, con goles del recién llegado Cristóbal Carreño y del utrerano Rodri, precioso tanto de vaselina. La primera salida obtuvo un resultado positivo, empate a uno en el José del Cuvillo ante el Racing Portuense. Diego Segura adelantaba al conjunto bético y Pepe Masesosa llevaba las tablas al marcador. Aquel día, dos de septiembre, todos los jugadores portaron brazaletes negros por la memoria de Antonio Puerta. Buen arranque, se consiguieron cuatro de seis.
Sin embargo, la fortuna no sonrió al conjunto filial en su segunda salida consecutiva. La suerte se alió con el CD Baza porque en el último minuto, un gol de penalti de Belencoso dejó al equipo con el mal sabor de boca de la derrota. Y en la siguiente jornada nos visitaba el líder, la AD Ceuta. Un equipo veterano y confeccionado para el asalto de categoría. Perdieron dos a cero con goles de Carreño e Israel en el tiempo de descuento.
Y de líder a líder. Se le ganó al conjunto caballa, pero volvíamos a medirnos a otro líder: el CD Linares. Tal vez, el partido del Municipal de Linarejos, fue el peor de los jugados esta temporada. Se nos atragantó el juego del conjunto azulino, y Sierra, se erigía el mejor de los veintidós marcando los dos únicos goles del partido. El equipo sintió la derrota, pero muy pronto tendrían la ocasión de enmendar la plana. La Unión Deportiva Puertollano caía en la Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera por dos goles a uno. Zamora abría la cuenta con un espectacular gol de golpe franco directo e Israel cerraba la cuenta a ocho minutos del final. Ese mismo día, 30 de septiembre, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Jesús Japón Sevilla.
En la siguiente jornada, el Betis B buscaría aprobar su asignatura pendiente en estos primeros compases de temporada, ganar lejos de la Ciudad Deportiva. En esta ocasión, el rival de turno tampoco sería un buen cliente para sacar un resultado positivo, el Écija Balompié. Richi, Carreño, Eloy y Rodri se perderían este importante compromiso por lesión, y Rodri, por sanción. Nolito acababa con nuestras esperanzas en el minuto 11. Aquí finalizó el partido. Este resultado obligaba al equipo a ganar en casa ante el Melilla, al que se vencía con contundencia, tres goles a cero, con goles de Rodri, Diego Segura y Carlos Valverde. El equipo de Chaparro cuajaba un buen encuentro, la afición se lo pasaba en grande y se conseguía con ésta, la cuarta victoria consecutiva en su propio feudo. La Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera comenzaba a convertirse en un fortín inexpugnable para los demás equipos.
Con esta victoria, el Real Betis viajaba al Municipal de Cartagonova para medirse a un complicadísimo rival como el FC Cartagena. Difícil plaza para arrancar los tres primeros puntos lejos de casa. Un partido muy reñido desde el pitido inicial, que el conjunto verdiblanco comenzó a encarrilar con un penalti transformado por el lateral zurdo Toni. Cañamero cerraba la cuenta de los de Paco Chaparro y, Juvenal, de penalti, acortaba diferencias en el marcador.
El Real Betis B escalaba puestos en la tabla, pero con el Águilas llegaba la primera derrota en liga en su propio terreno de juego. Jarro de agua fría para un equipo que no mereció perder y que seguidamente tendría una dificilísima salida al Estadio Romano. Allí nos esperaba la Unión Deportiva Mérida con los Cuevas, Sabino, Luciano y compañía. Pero el Real Betis salió mentalizado para ganar, se enfundó el mono de trabajo, y conseguía remontar un resultado adverso con un auténtico golazo de José Manuel Cañamero, desde 50 metros y pegado a la banda, y otro de Carreño a pase de Pecci a dos minutos de la finalización del choque. Con este resultado, el conjunto bético conseguía mantenerse una jornada más en los puestos de privilegio, empatado a puntos con Granada y Águilas, ambos conjuntos entre los cuatro primeros puestos de la clasificación.
El conjunto verdiblanco ya comenzó a ganarse el respeto de sus rivales en la primera jornada de liga, ganando en casa al Marbella, con goles del recién llegado Cristóbal Carreño y del utrerano Rodri, precioso tanto de vaselina. La primera salida obtuvo un resultado positivo, empate a uno en el José del Cuvillo ante el Racing Portuense. Diego Segura adelantaba al conjunto bético y Pepe Masesosa llevaba las tablas al marcador. Aquel día, dos de septiembre, todos los jugadores portaron brazaletes negros por la memoria de Antonio Puerta. Buen arranque, se consiguieron cuatro de seis.
Sin embargo, la fortuna no sonrió al conjunto filial en su segunda salida consecutiva. La suerte se alió con el CD Baza porque en el último minuto, un gol de penalti de Belencoso dejó al equipo con el mal sabor de boca de la derrota. Y en la siguiente jornada nos visitaba el líder, la AD Ceuta. Un equipo veterano y confeccionado para el asalto de categoría. Perdieron dos a cero con goles de Carreño e Israel en el tiempo de descuento.
Y de líder a líder. Se le ganó al conjunto caballa, pero volvíamos a medirnos a otro líder: el CD Linares. Tal vez, el partido del Municipal de Linarejos, fue el peor de los jugados esta temporada. Se nos atragantó el juego del conjunto azulino, y Sierra, se erigía el mejor de los veintidós marcando los dos únicos goles del partido. El equipo sintió la derrota, pero muy pronto tendrían la ocasión de enmendar la plana. La Unión Deportiva Puertollano caía en la Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera por dos goles a uno. Zamora abría la cuenta con un espectacular gol de golpe franco directo e Israel cerraba la cuenta a ocho minutos del final. Ese mismo día, 30 de septiembre, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Jesús Japón Sevilla.
En la siguiente jornada, el Betis B buscaría aprobar su asignatura pendiente en estos primeros compases de temporada, ganar lejos de la Ciudad Deportiva. En esta ocasión, el rival de turno tampoco sería un buen cliente para sacar un resultado positivo, el Écija Balompié. Richi, Carreño, Eloy y Rodri se perderían este importante compromiso por lesión, y Rodri, por sanción. Nolito acababa con nuestras esperanzas en el minuto 11. Aquí finalizó el partido. Este resultado obligaba al equipo a ganar en casa ante el Melilla, al que se vencía con contundencia, tres goles a cero, con goles de Rodri, Diego Segura y Carlos Valverde. El equipo de Chaparro cuajaba un buen encuentro, la afición se lo pasaba en grande y se conseguía con ésta, la cuarta victoria consecutiva en su propio feudo. La Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera comenzaba a convertirse en un fortín inexpugnable para los demás equipos.
Con esta victoria, el Real Betis viajaba al Municipal de Cartagonova para medirse a un complicadísimo rival como el FC Cartagena. Difícil plaza para arrancar los tres primeros puntos lejos de casa. Un partido muy reñido desde el pitido inicial, que el conjunto verdiblanco comenzó a encarrilar con un penalti transformado por el lateral zurdo Toni. Cañamero cerraba la cuenta de los de Paco Chaparro y, Juvenal, de penalti, acortaba diferencias en el marcador.
El Real Betis B escalaba puestos en la tabla, pero con el Águilas llegaba la primera derrota en liga en su propio terreno de juego. Jarro de agua fría para un equipo que no mereció perder y que seguidamente tendría una dificilísima salida al Estadio Romano. Allí nos esperaba la Unión Deportiva Mérida con los Cuevas, Sabino, Luciano y compañía. Pero el Real Betis salió mentalizado para ganar, se enfundó el mono de trabajo, y conseguía remontar un resultado adverso con un auténtico golazo de José Manuel Cañamero, desde 50 metros y pegado a la banda, y otro de Carreño a pase de Pecci a dos minutos de la finalización del choque. Con este resultado, el conjunto bético conseguía mantenerse una jornada más en los puestos de privilegio, empatado a puntos con Granada y Águilas, ambos conjuntos entre los cuatro primeros puestos de la clasificación.
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