He encontrado este reportaje del mundo deportivo y me ha echo reflexionar, el porque otros equipos tienen una cantera que no para de sacar perlas y a nosotros nos sale una de vez en cuando.


Ya en 2002, cuando 'Gio' jugaba en el Monterrey pero con ficha del Sao Paulo, les tocó un viaje a Francia para representar a México en la Danone Nations Cup, prestigioso torneo de F-7 de alevines, como premio por los títulos estatal de Nuevo León y nacional azteca.

Antes de 'viajar' al Parque de los Príncipes, hay que hacer un alto en el camino y desplazarse a Sevilla, patria chica de Germán Vaya, Mani, principal responsable de que 'Gio' y también Jonathan sean hoy patrimonio 'culé'.

Mani, de 66 años, sirvió durante 24 al fútbol base del Betis, hasta que le dieron puerta en 1995. Había dirigido equipos desde pre-benjamines a Segunda B y por su carácter 'echao pa'lante' no sólo le adoraban sus 'descendien-

tes' futbolísticos sino también los responsables de las demás canteras, la del Barça incluida.

Así, en cuanto aquí se supo que Mani estaba en el paro, el inolvidable Oriol Tort ("a ver cuándo le hacen el homenaje que merece") le fichó como ojeador. Mani continúa ejerciendo como tal, "gracias a (Joan Martínez) Vilaseca, Alexanko y mi santa esposa Isabel", y regenta una escuela de fútbol en Sevilla con Rafa Gordillo.

En 2001 tenía que haber acudido a la Danone Nations Cup, pero ésta se aplazó debido al ataque a las Torres Gemelas. Así, fue en mayo 2002 cuando Mani se personó en París, donde para suerte del Barça su camino se cruzó con Giovani.

"Aquellos chicos tenían algo especial. Jugaron contra nosotros, el combinado español, y acabamos 2-2. Jonathan nos metió dos ¡de cabeza! y Giovani te embrujaba con su fútbol. Ya no les perdí el rastro, seguí todas sus actuaciones y decidí que debía llevármelos al Barça. Me dirigí al hotel y ahí estaban, peloteando en el pasillo. 'Señor, no se enfade, que ya paramos', me dijeron asustados cuando me acerqué. Les pregunté dónde estaba su padre y me indicaron la habitación. Había un montón de intermediarios, italianos, del Ajax, argentinos, portugueses y franceses, pero yo me fui directo a por Zizinho y en 5 minutos llegamos a un acuerdo. Eso fue un sábado y el lunes ya les llamó el Barcelona para que se vinieran".

Mani habló con Joaquim Rifé, ex director del fútbol base blaugrana, y éste y 'Tarzán' Migueli, vinculado a la red de ojeadores del club, dieron el visto bueno, devotos del ojo clínico de Germán.

Cuando los Dos Santos Ramírez recibieron el telefonazo no se lo podían creer. Les estaban diciendo que el miércoles mismo los querían en Catalunya. Para evitar un soponcio fruto de tanto 'jet lag', Zizinho logró retrasar el vuelo hasta el lunes siguiente, cuando, siempre en mayo de 2002, comenzaría la existosa etapa azulgrana de Giovani, culminada el 29 de agosto de 2007 con un debut apoteósico en el Camp Nou, con el primer equipo y ya nacionalizado español.

Un fútbol que embruja

"Giovani tiene una quinta marcha", elogia Mani, que ha llevado al Barça "a unos 45 jugadores. No todos son cracks, pero todos viven del fútbol. Si fumas y bebes, eso se nota. Y vi a Iniesta antes de Brunete; fue en Plasencia, en un Campeonato de España de F-7. Empezó mal y acabó saliéndose... así es Andrés. Bueno, a lo que íbamos. Giovani me cautivó por su velocidad, cambios de ritmo, pegada con ambas piernas y capacidad para presionar a lo largo y ancho del campo. No me extraña que Rijkaard diga ahora que 'Gio' es su arma secreta. Lo pones en la segunda parte y nadie te para. Pero por encima de todo es buena gente: cuántas veces no me habrá llamado para darme las gracias. Por norma los chicos luego ni se acuerdan de uno"




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