El nuevo director de la cantera del Betis, Luis Fradua, fue presentado la semana pasada pero su puesta de largo ha sido opacada por el fin de semana. Fradua, reconocido téorico de la formación en el fútbol, con multitud de estudios publicados y que ha frecuentado con sus ponencias diversos seminarios y cursos sobre las canteras, llega al Betis con la misión de poner en marcha el Proyecto Heliópolis, la semilla para que la fábrica verdiblanca potencie y defina su producción. El viernes, en la ciudad deportiva y presentado por Miguel Guillén, se reunió con los empleados de la cantera y durante el fin de semana ha estado atento a la mayoría de equipos que han jugado. El referente más claro de lo que puede hacer Fradua en el Betis lo tenemos en su arranque en Lezama. Allí, con Andoni Zubizarreta de director deportivo (este cargo en el Athletic tiene mucho que ver con la cantera por la especial filosofía del club vizcaíno), Fradua puso en marcha el Plan DENA bajo el mandato de Javier Uría, que no pudo completar su mandato al fallecer en 2003.
Aquel ambicioso plan fue el mayor hito práctico en la tarea de Fradua en una cantera. Consistía en crear sorbides o zonas en las cuales se captaban a los mejores jugadores para que integraran un equipo de esa ubicación (se dividió Vizcaya en nueve) y dotarles de una estructura en material humano y económico para que pudieran ofrecer una formación integral a los alevines e infantiles que posteriormente llegarían a Lezama. El objetivo era no deslocalizar a los niños, no sacarlos de casa de sus padres y que pudieran desarrollar su fútbol en su entorno, además de ampliar las redes de captación y fomentar que los equipos el Athletic en esas categorías tuviesen rivales a su altura para que la falta de competencia les hiciera bajar en intensidad.
Ese plan no tuvo mucho recorrido debido al abrupto final del mandato de Uría y la entrada de una nueva directiva. De todas formas, García Macua trató de recuperarlo años después y quedó como un plan de difícil aplicación aunque con buena base. En el Betis parece complicado que pueda ejecutarlo por la alta competencia de otros clubes en esta zona geográfica (Sevilla, Málaga) y por el coste que supone un proyecto de esta magnitud.
AFLP
Aquel ambicioso plan fue el mayor hito práctico en la tarea de Fradua en una cantera. Consistía en crear sorbides o zonas en las cuales se captaban a los mejores jugadores para que integraran un equipo de esa ubicación (se dividió Vizcaya en nueve) y dotarles de una estructura en material humano y económico para que pudieran ofrecer una formación integral a los alevines e infantiles que posteriormente llegarían a Lezama. El objetivo era no deslocalizar a los niños, no sacarlos de casa de sus padres y que pudieran desarrollar su fútbol en su entorno, además de ampliar las redes de captación y fomentar que los equipos el Athletic en esas categorías tuviesen rivales a su altura para que la falta de competencia les hiciera bajar en intensidad.
Ese plan no tuvo mucho recorrido debido al abrupto final del mandato de Uría y la entrada de una nueva directiva. De todas formas, García Macua trató de recuperarlo años después y quedó como un plan de difícil aplicación aunque con buena base. En el Betis parece complicado que pueda ejecutarlo por la alta competencia de otros clubes en esta zona geográfica (Sevilla, Málaga) y por el coste que supone un proyecto de esta magnitud.
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