[LEFT]"Ojalá me llamen para ir a China"
El canterano Carlos García confía en hacerse un hueco con el primer equipo · Su futuro está en el Betis pese a las ofertas
JOSÉ MARÍA LÓPEZ / SEVILLA | ACTUALIZADO 16.06.2012 - 06:55
Carlos García, junto al presidente de la Fundación, Rafael Gordillo.
El buen rendimiento de Carlos García con el filial dirigido por Risto Vidakovic le abrió las puertas de la selección sub 19 pese a que finalmente no entró en la convocatoria definitiva, algo que fue tenido en cuenta por Pepe Mel para colocarlo en los amistosos de final de temporada con el primer equipo. Ahora, el canterano verdiblanco sueña con realizar la pretemporada en China, aunque la abundancia de centrocampistas, sobre todo si no se producen las salidas de los descartes, podría dejarlo finalmente en la capital hispalense.
"Estoy muy ilusionado y muy expectante de que lo me va deparar la temporada que viene. A ver si puedo hacer la pretemporada con el primer equipo y si no lo haré con el B y es lo que hay. Desde el club no me han dicho nada claro, pero he contado para el míster en los últimos amistosos y creo que lo hice bien y puede que cuente con ello, pero lo malo es que no está asegurado. Me gustaría tener la certeza, porque desde el club no me han dicho nada seguro", señala Carlos García, quien tiene claro que su futuro deportivo pasa por Heliópolis, pese a los sondeos que le han llegado a su entorno de equipos de primer nivel: "Mi pensamiento es quedarme en el Betis. Llevo desde los nueve años y mi sueño está aquí y voy a luchar con quien sea. Si no se puede no sé que haré, ni siquiera lo he pensado. Yo quiero mirar para el Betis y mi intención es continuar aquí. Ni he pensado en salir ni nada, no he hablado con nadie y yo sólo pienso del Betis, estoy deseando que me llame alguien del club para confirmarme que voy a China con ellos".
El centrocampista del filial verdiblanco, hijo del ex jugador bético Julio García, reconoce la ilusión que provoca Mel en los jugadores del filial, que comprueban cómo otros canteranos se están abriendo paso con el primer equipo. "Beñat estuvo su tiempo en el B y Mel le dio la confianza y le ha salido muy bien. Hay mucho canterano ahí trabajando y el míster nos tiene la puerta abierta para debutar. Jugar en el filial es ya un premio muy muy grande. Yo veía a Cañas cuando era juvenil y mira dónde está. Ver que juegas y entrenas con jugadores que ya han debutado te da un plus de motivación", confiesa Carlos García, que tiene en Beñat y Cañas a dos referentes en su posición en el primer equipo bético.
El medio realiza un balance positivo de la temporada, pese a la lesión que sufrió a mediados del campeonato y que frenó su progresión. "En noviembre tuve una rotura en el adductor medio que me tuvo dos meses parado. Estaba muy bien y me cortó un poco el auge que tenía. El ritmo empecé a cogerlo con los partidos. El míster me metió poquito a poco porque después de tanto tiempo parado era lo que necesitaba, y la verdad es que hasta el final no he llegado al nivel de antes. También los compañeros lo estaban lo haciendo muy bien", comenta Carlos García, quien también señala la buena acogida que le ofrecieron los compañeros del primer equipo en los amistosos del final de la temporada: "No me esperaba la recepción ni el cariño que me dieron. El cuerpo técnico también me dio mucha confianza. Después, jugar con los del primer equipo es un gustazo porque son de primer de nivel y ojalá pueda seguir contando con ellos desde la pretemporada".
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El canterano Carlos García confía en hacerse un hueco con el primer equipo · Su futuro está en el Betis pese a las ofertas
JOSÉ MARÍA LÓPEZ / SEVILLA | ACTUALIZADO 16.06.2012 - 06:55
Carlos García, junto al presidente de la Fundación, Rafael Gordillo.
El buen rendimiento de Carlos García con el filial dirigido por Risto Vidakovic le abrió las puertas de la selección sub 19 pese a que finalmente no entró en la convocatoria definitiva, algo que fue tenido en cuenta por Pepe Mel para colocarlo en los amistosos de final de temporada con el primer equipo. Ahora, el canterano verdiblanco sueña con realizar la pretemporada en China, aunque la abundancia de centrocampistas, sobre todo si no se producen las salidas de los descartes, podría dejarlo finalmente en la capital hispalense.
"Estoy muy ilusionado y muy expectante de que lo me va deparar la temporada que viene. A ver si puedo hacer la pretemporada con el primer equipo y si no lo haré con el B y es lo que hay. Desde el club no me han dicho nada claro, pero he contado para el míster en los últimos amistosos y creo que lo hice bien y puede que cuente con ello, pero lo malo es que no está asegurado. Me gustaría tener la certeza, porque desde el club no me han dicho nada seguro", señala Carlos García, quien tiene claro que su futuro deportivo pasa por Heliópolis, pese a los sondeos que le han llegado a su entorno de equipos de primer nivel: "Mi pensamiento es quedarme en el Betis. Llevo desde los nueve años y mi sueño está aquí y voy a luchar con quien sea. Si no se puede no sé que haré, ni siquiera lo he pensado. Yo quiero mirar para el Betis y mi intención es continuar aquí. Ni he pensado en salir ni nada, no he hablado con nadie y yo sólo pienso del Betis, estoy deseando que me llame alguien del club para confirmarme que voy a China con ellos".
El centrocampista del filial verdiblanco, hijo del ex jugador bético Julio García, reconoce la ilusión que provoca Mel en los jugadores del filial, que comprueban cómo otros canteranos se están abriendo paso con el primer equipo. "Beñat estuvo su tiempo en el B y Mel le dio la confianza y le ha salido muy bien. Hay mucho canterano ahí trabajando y el míster nos tiene la puerta abierta para debutar. Jugar en el filial es ya un premio muy muy grande. Yo veía a Cañas cuando era juvenil y mira dónde está. Ver que juegas y entrenas con jugadores que ya han debutado te da un plus de motivación", confiesa Carlos García, que tiene en Beñat y Cañas a dos referentes en su posición en el primer equipo bético.
El medio realiza un balance positivo de la temporada, pese a la lesión que sufrió a mediados del campeonato y que frenó su progresión. "En noviembre tuve una rotura en el adductor medio que me tuvo dos meses parado. Estaba muy bien y me cortó un poco el auge que tenía. El ritmo empecé a cogerlo con los partidos. El míster me metió poquito a poco porque después de tanto tiempo parado era lo que necesitaba, y la verdad es que hasta el final no he llegado al nivel de antes. También los compañeros lo estaban lo haciendo muy bien", comenta Carlos García, quien también señala la buena acogida que le ofrecieron los compañeros del primer equipo en los amistosos del final de la temporada: "No me esperaba la recepción ni el cariño que me dieron. El cuerpo técnico también me dio mucha confianza. Después, jugar con los del primer equipo es un gustazo porque son de primer de nivel y ojalá pueda seguir contando con ellos desde la pretemporada".
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