Que nadie se asuste, que no se trata de especular con un nuevo entrenador para el Betis. Tenemos el técnico más bético, profesional, eficiente, trabajador, honrado y todos los calificativos se quedan cortos para Pepe Mel, el grandísimo entrenador que nos ha llevado a primera y que ojalá siga en el Betis largos años para desarrollar un proyecto serio y de futuro.
Se trata de una anécdota vivida esta misma mañana en el tranvía que desde hace un par de semanas circula por la ciudad de Jaén. Viajaban en el tranvía, que es gratuito estos primeros días, los alumnos de un colegio de la provincia de Jaén. La algarabía de los niños se dejaba notar en el trenecillo que con eso de ser gratuito iba a tope. De pronto un grupo de chavales descubre que en el último vagón, de pie, echado sobre la barra de sujeción, viaja Anquela, el técnico del Alcorcón que es natural de Jaén. Un grupo de unos 15 o 20 niños reacciona al grito de ¡¡¡¡Alcorcón, Alcorcón!!!!! Anquela se limita a sonreír. Al instante, de manera espontánea y relacionando la victoria del equipo de Madrid sobre el Granada con el ascenso del Betis, otros muchos empiezan a gritar: ¡¡¡¡¡Musho Betis, Busho Betis, eh, eh!!!!!! Lo curioso es que el tranvía entero se contagia y el grito de guerra del Betis se convierte en un enorme clamor dentro del tranvía: ¡¡¡¡¡Musho Betis, Busho Betis, eh, eh!!!!!! Anquela miraba con cara de incrédulo y yo, bético hasta la médula, me he emocionado.
El beticismo, libre de los lastres de estos últimos años, vuelve a ser grande, admirado y respetado por todos. Y regreso al inicio: ¡Qué grande Pepe Mel!
Se trata de una anécdota vivida esta misma mañana en el tranvía que desde hace un par de semanas circula por la ciudad de Jaén. Viajaban en el tranvía, que es gratuito estos primeros días, los alumnos de un colegio de la provincia de Jaén. La algarabía de los niños se dejaba notar en el trenecillo que con eso de ser gratuito iba a tope. De pronto un grupo de chavales descubre que en el último vagón, de pie, echado sobre la barra de sujeción, viaja Anquela, el técnico del Alcorcón que es natural de Jaén. Un grupo de unos 15 o 20 niños reacciona al grito de ¡¡¡¡Alcorcón, Alcorcón!!!!! Anquela se limita a sonreír. Al instante, de manera espontánea y relacionando la victoria del equipo de Madrid sobre el Granada con el ascenso del Betis, otros muchos empiezan a gritar: ¡¡¡¡¡Musho Betis, Busho Betis, eh, eh!!!!!! Lo curioso es que el tranvía entero se contagia y el grito de guerra del Betis se convierte en un enorme clamor dentro del tranvía: ¡¡¡¡¡Musho Betis, Busho Betis, eh, eh!!!!!! Anquela miraba con cara de incrédulo y yo, bético hasta la médula, me he emocionado.
El beticismo, libre de los lastres de estos últimos años, vuelve a ser grande, admirado y respetado por todos. Y regreso al inicio: ¡Qué grande Pepe Mel!
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