Las relaciones entre Huelva y Sevilla siempre han sido muy estrechas, lógicamente posibilitado por la cercanía de ambas ciudades. Por ello es normal entrelazar sus historias, y como es natural también en el deporte muchos de sus acontecimientos coinciden. Una de las facetas menos conocida de esta relación es la influencia que en la creación del fútbol sevillano tuvieron ciudadanos de Huelva. Uno de estos ejemplos sería el nacimiento de club de fútbol sevillano, el Real Betis Balompié, en el que un grupo de jóvenes onubenses tuvieron mucho que ver.

Corrían los calurosos días de finales de julio de 1908 cuando el capitán de Infantería don José Gutiérrez González es trasladado desde su plaza en Huelva a la vecina Sevilla. Héroe de guerra, había sido destinado a Filipinas, donde intervino en la toma de Joló, por lo que fue condecorado y obtuvo la graduación de alférez.

Nacido en la pequeña localidad de Puebla de Guzmán, contrajo matrimonio con doña María Fernández Ponce en 1891, de la misma localidad. De esta relación nacieron tres hijos varones: José, Manuel y Antonio. Don José es destinado a la Zona de Reclutamiento y Reserva de la capital sevillana. La familia se instaló en un principio en la céntrica calle dedicada a D. Federico de Castro, n.º 23, donde estarían poco tiempo, pues la casa fue destinada a almacén de zapatos y curtidos de don Manuel Ocaña Virniau. Por ello se trasladaron a la popular calle Feria, n.º 27, donde estarían hasta su traslado definitivo a la plaza de la Alfalfa, n.º 19.

A su llegada a Sevilla vivían en aquellos momentos un clima de efervescencia patriótica motivado por la celebración del centenario de la llamada Guerra de la Independencia. En este ambiente, los Gutiérrez conectan con los hijos de otros militares trasladados a la ciudad como la familia Wesolouski, que habían llegado de Jerez de la Frontera ese mismo año de 1908.

José, el mayor de los hermanos, establece amistad con Jacinto Wesolouski, ya que ambos estudian Medicina. Estos jóvenes, en unión de otros hijos de militares que estudian el la Academia Politécnica con el objeto de ingresar en la carrera militar, han organizado un equipo de football con el españolizado nombre de Balompié, siguiendo los consejos del escritor don Mariano de Gavia. Es posible que los Gutiérrez conocieran la práctica de fútbol en los terrenos de la Herrerías, donde estaba instalada la compañía minera «The Betal Metal & Chemical, Ltd.», donde es posible que algunos operarios practicaran este deporte.

Según los datos recogidos, los tres hermanos Gutiérrez Fernández eran miembros del Sevilla Balompié a finales de 1909. Manuel y Antonio deciden separarse de este club y en unión con otros jóvenes fundan un nuevo club al que denominan Betis Football Club. De esta nueva sociedad fue su primer presidente Manuel Gutiérrez Fernández y como vocal su hermano Antonio.Teniendo en cuenta que en 1911 José Gutiérrez Fernández fue elegido presidente del Balompié, estos dos andevaleños son los máximos dirigentes de dos de los tres clubes sevillanos. En 1912, los tres hermanos juegan en el Betis Football Club. Tras una breve desaparición del club bético, en 1913 los hermanos se integrarán en otro nuevo club denominado Andalucía.

A comienzos de 1914, Pedro Rodríguez de la Borbolla y Serrano refunda nuevamente el Betis y consigue el título de Real para la entidad. A finales de ese año se comienza un proceso de unificación entre el Sevilla Balompié y el Real Betis, donde José Gutiérrez tiene mucho protagonismo. En diciembre nace el Real Betis Balompié, figurando como vicepresidente don José Gutiérrez Fernández. Curiosamente a partir de ese momento los hermanos pierden protagonismo en la nueva sociedad, que pasa a estar mayoritariamente compuesta por dos antiguos socios del Balompié.

José Gutiérrez Fernández terminaría sus estudios de Medicina y volvía a su pueblo natal, Puebla de Guzmán, donde ejerció como médico hasta el final de sus años.

Manuel Gutiérrez Fernández, el más activo y dinámico de los tres hermanos, terminó los estudios de Magisterio, pero un desengaño amoroso le hizo enrolarse en la Legión. Fue trasladado a África en la guerra colonial española, donde perdería la vida en combate.

Antonio, también maestro, emigró a Sigüenza, provincia de Guadalajara, donde ejerció su profesión y se estableció definitivamente.

Sin duda alguna, el football sevillano no sería hoy tal como es si no es gracias a esta familia de jóvenes onubenses a los que hoy les dedicamos este recuerdo merecido.


JUAN CASTRO PRIETO/ PROFESOR DEL IES POLITÉCNICO E INVESTIGADOR DEL FÚTBOL SEVILLANO


Los orgenes onubenses del Real Betis Balompi - abcdesevilla.es