Pablo Huertas, vecino de Mairena del Aljarafe, llevará la bandera española en el España-Honduras del Mundial


Quiere decirle a Iker Casillas que es uno de los mejores porteros del mundo y animarle a que siga como hasta ahora. "Si puedo, le diré lo grande que es. Me parece que es una persona sencilla, a la que no se le ha subido la fama a la cabeza". No sabe si podrá llegar a hablar con los jugadores de la selección española. "Yo espero que sí". Pablo Ismael Huertas Castilla, un joven de 15 años vecino de Mairena del Aljarafe, portará la bandera de España en el partido contra Honduras del próximo lunes 21 de junio en el Mundial de Sudáfrica gracias a una promoción de Coca-Cola a través de la red social Tuenti.

"Había que escribir una redacción sobre cómo animaría a España en el Mundial y enviarlo a través de un evento en el Tuenti. Yo escribí una cosa sobre Dios y la selección. Una mañana le llegaron a Dios las cartas de la noche anterior y bajó a la tierra a animar a España. Al final en el cielo se bebían cocacolas y las oraciones se rezaban por el Tuenti", explica, entre risas. El texto le valió para ser elegido como abanderado de España en el partido contra Honduras. Nació en 1994, por lo que ni siquiera conoce el nefasto precedente del Mundial de España. "¿Jugaron España y Honduras en el 82? ¿Y cómo quedaron? ¿1-1? Yo creo que esta vez ganaremos".

Sale el viernes, el día que cumple 16 años, hacia Johannesburgo. "Es la primera vez que me monto en un avión. Si yo lo más lejos que he ido es a Málaga y alguna vez a la sierra con la moto. Ni siquiera facturamos. Allí nos darán toda la ropa y eso", dice, sabiendo que a la hora del partido podría hacer una temperatura por debajo de los cero grados debido a la entrada de un frente polar en Sudáfrica. "Tenemos hasta camisetas y pantalones térmicos. Se han portado, desde luego".

El sábado por la mañana llegará a Johannesburgo. Ese día tiene que buscarse como sea un ordenador con conexión a internet y aislarse del mundo entre las seis y las ocho de la tarde. "Tengo que escuchar el Betis. Me llevo mi bandera, por si resulta que subimos, que yo no pierdo la esperanza. Y si subimos la pongo en el autobús". Es tan bético que fue bautizado en el estadio, cuando todavía conservaba el nombre de Benito Villamarín. "Creo que sufriré más con el Betis que con España, porque España tiene pinta de que va a ganar".

En el programa del domingo está previsto que visiten un parque zoológico y un museo en el que conocerán las distintas tribus sudafricanas. El lunes, a las ocho y media de la tarde, es el partido. La expedición de animadores de la que forma parte -en la que viajan jóvenes de toda España- tiene que estar seis horas antes en el estadio de Johannesburgo por motivos de seguridad. "Ahí espero que podamos ver a los futbolistas. Y sobre todo que ganemos".

Su primer recuerdo de los mundiales de fútbol son del año 2002. Dice que se acuerda perfectamente del centro de Joaquín que no salió. "Y del penalti que falló el pobre". Del fracaso ante Francia en Alemania 2006 se acuerda mejor. "Esta vez parece que estamos mejor. Pero el otro día vi a Alemania y me gustó mucho, con un juego muy directo y con unos jugadores muy jóvenes que destacaron mucho".

Pablo, que estudia en el colegio Santa María del Valle de Mairena, jugaba de defensa en el Atlético Libertad. Luego prefirió la portería. Una lesión en el brazo le ha mantenido sin jugar en el último año. "Ahora que ya está mejor el brazo quiero volver a ponerme en forma y jugar, porque me gusta mucho ser portero". Mientras vuelve al terreno de juego, verá de cerca a uno de sus ídolos en el Mundial de Sudáfrica. "No olvidaré este cumpleaños, eso seguro". Para las vuvuzelas ya está preparado: "Los de Coca-Cola me han dado una trompeta que ya estrené el domingo con el gol de Odonkor. Y no veas si suena. Parecía que ya habíamos subido a Primera".