Es este párrafo extraído del Diario de Sevilla, lo que me hace abrir este post:
El máximo dirigente del Betis viajó ayer a Marbella para recluirse en uno de esos fines de semanas de faxes y telefonazos. Ese frenético fin del plazo de fichajes tan del gusto de Lopera.
Pues bien, resulta que cuando desde el entorno del máximo accionista y sus medios,( pagados por los béticos), se nos reclama para ir al estadio y animar al equipo, el que debería de ser el primero, es el ultimo y se nos va de fin de semana a Marbella, como si se tratase de un miembro más de la FH.
Pero claro una cosa es predicar y otra dar trigo, y eso es lo que suele pasar, con las sextas, que predicar, mucho pero de trigo, poco.
Este siempre te quitara más que te dará, no te quepa la menor duda. Y sus ciegos seguidores que tanto, critican a todo aquel, que disiente y opina que no hay que ir al estadio o sacar el abono, de esta ausencia que dura años, son tan consecuentes que no dicen ni mu.
El motivo para mí de dicha ausencia, no es otro que la cobardía de este personaje, unida a su soberbia. Incapaz de digerir la crítica, de la mayoría del beticismo, y tan seguro esta de la debilidad del equipo que ha conformado, que temiendo una derrota ante un mediocre equipo de segunda, se quita de en medio y se marcha, no vaya a ser que ante el posible ridículo, algunos béticos. De los que les duele el Real Betis y no su dueño, se presenten en Jabugo a pedirle explicaciones.
PD; ¿Tu que opinas?