“La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos ”
(Creo porque es imposible creer).

"Si nadie me pregunta lo sé, si trato de explicarlo no lo sé"
(Confío en saber la verdad, aún no sabiendo qué es).

San Agustín de Hipona (Padre de la Iglesia Católica)

Hace muchos siglos, una serie de personas aprovecharon la fidelidad y lealtad de miles de seguidores y creyentes en la palabra, vida y obra de Jesús de Nazaret para crear, desarrollar y construir una herramienta que diera respuesta a todo su egoísmo y ansías de poder y riquezas. Esa herramienta, monumento a la manipulación de la voluntad y la buena fe de las personas se llamó Iglesia Católica.

La Iglesia Católica basó su poder en tergiversar y manipular la palabra de Jesús para adaptarla a las circunstancias que a ella misma le proporcionara más poder sobre los hombres y más riqueza personal. Ello se consiguió lanzando un mensaje y repitiéndolo una y otra vez hasta que las generaciones lo dieran por cierto y creyeran, sin preguntar, sin cuestionar la verdad del mensaje ni a quién lo lanzaba.

Hace diecisiete años, Lopera aprovechó la fidelidad y lealtad de miles de seguidores y fieles al sentimiento verdiblanco, al Betis, Real Betis Balompié, para crear, desarrollar y construir una herramienta que diera respuesta a todo su egoísmo y ansías de poder y riquezas.
Esa herramienta, monumento a la manipulación de la voluntad y la buena fe de los Beticos se llamó con el tiempo Loperismo.

El Loperismo basó su poder en tergiversar y manipular todo lo concerniente al Real Betis Balompié desde el triste verano de 1992, con el objetivo de adaptar la realidad a su propio beneficio. Ello lo consiguió lanzando una versión particular de cómo sucedieron las cosas desde ese 1992 hasta hoy, 2009. El mensaje Loperiano se repitió una y otra vez hasta que muchos de los Béticos lo dieron por cierto y creyeron ciegamente en ese mensaje, pasando a ser para ellos la verdad única y absoluta, sin preguntar, sin cuestionar la verdad del mensaje ni a quién lo lanza.

Así, como para muchos cristianos no hay más verdad ni más camino que el que marca la Iglesia Católica (el Papa, los Cardenales y Obispos, la Conferencia Episcopal), para muchos Béticos no hay más verdad que la que lanza el entorno loperiano (Página Web, Radio Betis, Junta Directiva del Club, Federación Oficial de Peñas y, por supuesto, el propio Lopera)

Como dijo Agustín de Hipona, “creo porque es imposible creer”. El acto de fe va más allá de la razón y la verdad, es creer pese a todo, aunque la realidad sea todo lo contrario.
Creer la verdad, sin fisuras, sin dudas, pero no saber cuál es la verdad, porque no se cuestiona.

El Betis, Real Betis Balompié, es un sentimiento, un sentimiento universal que traspasa fronteras, generaciones y épocas. Un sentimiento tan potente que resurge de sus cenizas cual Ave Fénix cuando muchos lo dan por muerto. Un sentimiento tan grande que no admite rincón del mundo donde no pueda ser hallado. Un sentimiento tan puro que no depende de triunfos ni derrotas.
El Betis, Real Betis Balompié, se siente muy dentro o no se siente, así es el Betis, así son los Béticos con su Betis. Pues, no olvidemos... el Betis es de los Béticos, el Betis es lo que es por los Béticos, por todos ellos.

El Betis es un sentimiento, el Loperismo una religión.