Vuelve el post cíclico sobre las razones...


El odio es irracional y no entiende de argumentos. SI me convierto en antisevillista, me estoy convirtiendo en anti algo que apasiona a la mitad de mi familia, de mis amigos y de mi gente.

Se puede ser bético sin necesidad de ser antisevillista. Y, sobre todo, lo que no se puede es ser tan penita y tan victimista.

No sé, el Sevilla es un equipo que no suele caer tampoco bien en ningún sitio. Ahora hablo de lo actual. Nos quejamos de Lopera, pero su presidente también es un caso. Es demasiado prepotente y de sus ideas mejor casi no hablar, es ver los anuncios del Sevilla y dar ganas de vomitar. ¿Os acordáis aquel anuncio en la que identificaba la cultura o estudiar con ser sevillista? Llamándonos tontos por supuesto, a todos.

Ya bajaron a segunda b estando él, veremos lo que deja, aunque fuera un gran comienzo.

Al enemigo ni agua.

El enemigo lo alojamos hace años EN CASA.Y vino para QUEDARSE.

Nuestro único ENEMIGO tiene nombre y apellidos.Es sin duda alguna la persona que MAS DAÑO HACE Y HA HECHO al Real Betis Balompie.

Ahora sigamos ahondando en el pasado que del presente ya se ocupa otro.

Vuelve el post cíclico sobre las razones...


El odio es irracional y no entiende de argumentos. SI me convierto en antisevillista, me estoy convirtiendo en anti algo que apasiona a la mitad de mi familia, de mis amigos y de mi gente.

Se puede ser bético sin necesidad de ser antisevillista. Y, sobre todo, lo que no se puede es ser tan penita y tan victimista.

Yo prefiero centrarme en el club del que he sido desde que tengo uso de razón, el Real Betis Balompié.

Soy bético de cuna, y aunque los primeros recuerdos que tengo de mi padre era diciéndome para que yo repitiera "Betis bueno, Sevilla malo", el anti-sevillismo se fué desvaneciendo en mí así me hacía mas mayorcete.

De hecho, el odio no me ciega. Creo que odiar en el fondo te hace débil y vulnerable, y peor aún cuando se trata mantener un status que no depende de uno mismo, como por resultados deportivos que dependen de que la pelota entre o no...o derivados de gestiones varias. No creo que un odio u aversión irracional en el momento que estamos sea buena idea.

Creo que hay que ser capaz de poder ver más allá de ese odio, convertirlo en lo que debe ser, sólo rivalidad deportiva, y de forma práctica, ver e identificar los puntos débiles y fuertes del eterno rival para lo que pueda aprovecharnos.

Ahora, en el plano personal, pienso que si odias a alguien o a algún colectivo es porque te importa o te pica, como con una novia que te ha engañado o similar. Si no, de qué?

La indiferencia es lo único que obtienen de mí los vecinos. Y con socarronería nunca mejor usada, puedo decir

QUE PASO DE ELLOS COMO DE LA MIER.DA

Pero con buen rollo, que tengo amigos y familia en la otra acera futbolística, y hay que llevarse bien.

Y yo, a lo mío, al REAL BETIS BALOMPIE, que demasiado tengo con la bendita cruz de ser bético e intentar estar a la altura de el legado que nos dejaron nuestros padres y abuelos, que fueron la mejor afición del mundo, como para perder energías en en molestarme por los sevillistas o el Sevilla.

VIVA EL BETIS LIBRE

Pues sí señor, creo que tenemos la misma forma de pensar y la misma filosofía en este aspecto. No tengo, por tanto, más que apoyarte.

El odio es mal consejero.

No se trata de odiar. ¿No quieres acaso que el Sevilla pierda, y que pierdan hasta los alevines? Pues yo también, y el otro, y el de más allá... En definitiva todos deseamos fervorosamente que tanto en lo deportivo como en lo institucional les vaya lo peor posible, ¿o no? Pues eso es el ANTISEVILLISMO.