Samu es un chaval de mi barrio, uno de tantos, tantísimos béticos jóvenes que se vacía los bolsillos para tener su carné del Betis. Junto con unos amigos, muchos jugadores del Bellavista, forman el grupo de animación que habeis podido ver en fondo bajo durante esta temporada. Samu es el que pase lo que pase tiene una sonrisa, se abraza a sus amigos como si no los viese en años y sortea con equilibrio curioso los asientos y la barandilla de hormigón que lo separa del cesped.
Con lo poco que le quedará después de pagar el carné también dedica algo para hacer unos tifos, unas banderas y unas pancartas de lo más simpáticas. En la galería de betisweb hay ejemplos sobrados de ello, aunque él se empeñe en decirme que le cuesta encontrarse, siempre entre risas. Supongo que Samu será uno más de esos chavales, héroes anónimos de nuestro Betis que ayer, bajo la lluvia sacó fuerzas para ese Mucho Betis que quería demostrar algo más que lo que para muchos parecía. Era un grito de angustia, de mucha angustia, pero que lo dieron muchos béticos para demostrarse a sí mismos que el Betis tiene que hacer algo.
Vi a Samu con un amigo su bandera apoyada en el hombro, andában ligeros, la lluvia apretaba y él adelantaba a todo el que iba a su lado. Iba para Bellavista, a nuestro barrio, quizá con más esfuerzo gracias a la tela empapada, e iba andando. Más de una vez le he pitado al pasar, cuando lo encontraba por el puente del Guadaira. Con la moda me contesta al modo Ronaldinho y sigue andando, con paso rápido, para llegar cuanto antes después de una victoria o de una derrota.
No me puedo poner en su mente, ni en la de miles de béticos, pero sé que Samu es un bético de combate, es joven y quiere ver a su Betis ganar, cuando le hablo de números me mira medio divertido, como diciéndome que "qué me estás contando". Pero también así son los béticos, porque se supone que quien manda debe cubrir esas lagunas que dejan los béticos al pensar en su Betis. Incluso le regalé una bandera del Betis Libre que la puso unos días en su "multibanderada".
Samu es así, y qué quereis que os diga, es un pedazo de Bético. Lo malo es cuando el que debería corresponder a su beticismo, a los kilómetros que se hace andando para ver a su Betis, traiciona esa parte que a Samu no le interesa y provoca situaciones como la que nos encontramos. Otro béticos sí son curiosos en estos temas, pero al mismo tiempo sufren por lo que ven y por lo que provocan, provocan miedo, vértigo a otras realidades, y gente como Samu lo sufren.
Esa responsabilidad, cuando es traicionada, es lo que hace que tras la sonrisa de Samu sienta un escalofrío.
Y de nuevo volaron sus banderas, de nuevo sonó el Mucho Betis, pero para recordar la agonía del momento, no para honrar a nadie en concreto.
Samu, perdona que te haga protagonista de este post, pero necesitaba hablar de tí.
Con lo poco que le quedará después de pagar el carné también dedica algo para hacer unos tifos, unas banderas y unas pancartas de lo más simpáticas. En la galería de betisweb hay ejemplos sobrados de ello, aunque él se empeñe en decirme que le cuesta encontrarse, siempre entre risas. Supongo que Samu será uno más de esos chavales, héroes anónimos de nuestro Betis que ayer, bajo la lluvia sacó fuerzas para ese Mucho Betis que quería demostrar algo más que lo que para muchos parecía. Era un grito de angustia, de mucha angustia, pero que lo dieron muchos béticos para demostrarse a sí mismos que el Betis tiene que hacer algo.
Vi a Samu con un amigo su bandera apoyada en el hombro, andában ligeros, la lluvia apretaba y él adelantaba a todo el que iba a su lado. Iba para Bellavista, a nuestro barrio, quizá con más esfuerzo gracias a la tela empapada, e iba andando. Más de una vez le he pitado al pasar, cuando lo encontraba por el puente del Guadaira. Con la moda me contesta al modo Ronaldinho y sigue andando, con paso rápido, para llegar cuanto antes después de una victoria o de una derrota.
No me puedo poner en su mente, ni en la de miles de béticos, pero sé que Samu es un bético de combate, es joven y quiere ver a su Betis ganar, cuando le hablo de números me mira medio divertido, como diciéndome que "qué me estás contando". Pero también así son los béticos, porque se supone que quien manda debe cubrir esas lagunas que dejan los béticos al pensar en su Betis. Incluso le regalé una bandera del Betis Libre que la puso unos días en su "multibanderada".
Samu es así, y qué quereis que os diga, es un pedazo de Bético. Lo malo es cuando el que debería corresponder a su beticismo, a los kilómetros que se hace andando para ver a su Betis, traiciona esa parte que a Samu no le interesa y provoca situaciones como la que nos encontramos. Otro béticos sí son curiosos en estos temas, pero al mismo tiempo sufren por lo que ven y por lo que provocan, provocan miedo, vértigo a otras realidades, y gente como Samu lo sufren.
Esa responsabilidad, cuando es traicionada, es lo que hace que tras la sonrisa de Samu sienta un escalofrío.
Y de nuevo volaron sus banderas, de nuevo sonó el Mucho Betis, pero para recordar la agonía del momento, no para honrar a nadie en concreto.
Samu, perdona que te haga protagonista de este post, pero necesitaba hablar de tí.
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