Un frío día de Invierno, en un hospital cualquiera de una preciosa ciudad llamada Sevilla, había un hombre, que se estaba muriendo, sólo le quedaban unos momentos de vida...tenía una enfermedad terminal que terminaba con él vida muy fugazmente. Este hombre tenía 100 años, al lado suya estaba su mujer, la futura viuda, que lloraba desconsoladamente, pidiendo explicaciones a Dios de porque seguía viva, ya que tenía la misma edad que su marido.
El enfermo, al cual por la enfermedad practicamente no le quedaban fuerzas, se levantó lentamente de su cama, le secó las lágrimas a aún mujer, y cogió del bolso de esta un collar, un collar con un escudo, un escudo con trece barras verdiblancas, un escudo que significaba gloria lo miraras por donde lo miraras, un escudo del Real Betis Balompié.
Situó el escudo encima de su cama, y ante la incrédula mirada de su esposa, se puso de rodillas y puso las manos encima del collar, y llorando, pronunció unas preciosas palabras:
-Gracias Señor, por elegirme entre los elegidos para llevar en mi corazón marcadas trece barras, porque en el cielo las defenderé ante todo y ante todos.
-Gracias Señor, por entregarme la gloria eterna, que te entregaré cuando subiendo al cielo, el verdiblanco de mi alma te lo entregué con honor y nobleza.
-Gracias Señor, por darme a una maravillosa esposa, que ante todo entendió que por encima de todo, estaban los colores verdiblancos, de ilusión y esperanza...
-Gracias Señor, por dejarme vivir tantos días y noches gloriosas en Heliópolis, que mis hijos contaron a mis nietos, y que estos contarán a las próximas generaciones.
-Gracias Señor, porque ahora que en vida he tenido la gloria que me entregaste, puedo morir tranquilo...
En ese mismo instante, el enfermo cayó en la cama, aún con las lágrimas en los ojos, coincidiendo que su rostro cayó en el collar, y le marcó la cara.
La ya viuda, fue a avisar a el médico. Este llegó a la habitación, le levanto el rostro al enfermo, observó la marca del betis en su frente y dijo: "Otro que muere por el Betis..."
By Raúl
El enfermo, al cual por la enfermedad practicamente no le quedaban fuerzas, se levantó lentamente de su cama, le secó las lágrimas a aún mujer, y cogió del bolso de esta un collar, un collar con un escudo, un escudo con trece barras verdiblancas, un escudo que significaba gloria lo miraras por donde lo miraras, un escudo del Real Betis Balompié.
Situó el escudo encima de su cama, y ante la incrédula mirada de su esposa, se puso de rodillas y puso las manos encima del collar, y llorando, pronunció unas preciosas palabras:
-Gracias Señor, por elegirme entre los elegidos para llevar en mi corazón marcadas trece barras, porque en el cielo las defenderé ante todo y ante todos.
-Gracias Señor, por entregarme la gloria eterna, que te entregaré cuando subiendo al cielo, el verdiblanco de mi alma te lo entregué con honor y nobleza.
-Gracias Señor, por darme a una maravillosa esposa, que ante todo entendió que por encima de todo, estaban los colores verdiblancos, de ilusión y esperanza...
-Gracias Señor, por dejarme vivir tantos días y noches gloriosas en Heliópolis, que mis hijos contaron a mis nietos, y que estos contarán a las próximas generaciones.
-Gracias Señor, porque ahora que en vida he tenido la gloria que me entregaste, puedo morir tranquilo...
En ese mismo instante, el enfermo cayó en la cama, aún con las lágrimas en los ojos, coincidiendo que su rostro cayó en el collar, y le marcó la cara.
La ya viuda, fue a avisar a el médico. Este llegó a la habitación, le levanto el rostro al enfermo, observó la marca del betis en su frente y dijo: "Otro que muere por el Betis..."
By Raúl
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