El Pasodoble Del Ascenso
El Pasodoble Del Ascenso por @AtilaLadinsky.
Voz: David Aparicio / Guitarra: Suso / Música: @CAPITANVENEN0[CENTER]
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Betisweb TV Móvil
Hoy me transporto a aquel triste, maldito y oscuro veintiséis de abril
en el que la primavera murió en La Palmera y en mi corazón,
hoy me transporto a esa tarde y la sangre me arde bajando al infierno
con brillo en los ojos, me alejo en silencio, roto de dolor.
Pero volví a mirar y allí estaba mi gente
triste y rota también, pero la cara erguida
la que rompe a cantar justo cuando más duele
la que por no temer no le teme ni a Dios.
Y me empecé a contagiar una vez más de esa alegría,
de esa forma de querer, como al que se le va la vida
que por muy muerto que estés el Balompié te resucita.
Y Llagostera, Numancia, Lugo y Mirandés fueron llegando
enfrente treinta mil almas vestidas de verdiblanco
da igual con quién, cómo y cuándo, solo vinimos por ti.
Fueron pasando los meses en campos de polvareda
y tu afición a tu vera marchaba siempre adelante
entonando el volveremos, volveremos a primera
y el local jugaba fuera cuando eras el visitante.
Y si te andas preguntando de donde sacan las fuerzas
para tanta penitencia tras miles de desencantos
nunca podrás adivinarlo
por que no tienes ni la gracia ni la suerte
de saber lo que se siente cuando tiembla todo el cuerpo
preso de ese sentimiento único de nuestra raza.
Ya volvió Su Majestad y dentro en Villamarin
junto a ti, a tu imagen y tu semejanza
no hay en el mundo una hinchada más apasionada, más fiel, mas feliz que la verdiblanca.
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El Pasodoble Del Ascenso por @AtilaLadinsky.
Voz: David Aparicio / Guitarra: Suso / Música: @CAPITANVENEN0[CENTER]
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Hoy me transporto a aquel triste, maldito y oscuro veintiséis de abril
en el que la primavera murió en La Palmera y en mi corazón,
hoy me transporto a esa tarde y la sangre me arde bajando al infierno
con brillo en los ojos, me alejo en silencio, roto de dolor.
Pero volví a mirar y allí estaba mi gente
triste y rota también, pero la cara erguida
la que rompe a cantar justo cuando más duele
la que por no temer no le teme ni a Dios.
Y me empecé a contagiar una vez más de esa alegría,
de esa forma de querer, como al que se le va la vida
que por muy muerto que estés el Balompié te resucita.
Y Llagostera, Numancia, Lugo y Mirandés fueron llegando
enfrente treinta mil almas vestidas de verdiblanco
da igual con quién, cómo y cuándo, solo vinimos por ti.
Fueron pasando los meses en campos de polvareda
y tu afición a tu vera marchaba siempre adelante
entonando el volveremos, volveremos a primera
y el local jugaba fuera cuando eras el visitante.
Y si te andas preguntando de donde sacan las fuerzas
para tanta penitencia tras miles de desencantos
nunca podrás adivinarlo
por que no tienes ni la gracia ni la suerte
de saber lo que se siente cuando tiembla todo el cuerpo
preso de ese sentimiento único de nuestra raza.
Ya volvió Su Majestad y dentro en Villamarin
junto a ti, a tu imagen y tu semejanza
no hay en el mundo una hinchada más apasionada, más fiel, mas feliz que la verdiblanca.
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