Si, Soy del Betis. Y mucho.
Es inevitable. Ya pienso en recuperar la categoria perdida. Fueron muchas las veces en la que tuve que tener el mismo pensamiento. He visto pasar a Juan Corbacho, Jarabisnky, Fernando Vázquez, Sergio Kresic, Antonio Tapia, Pepe Mel, Serra Ferrer.... como para pensar que todo no volverá a su propio ser. Parece que el destino en verdiblanco se llena de vaivenes que provocan alegrias y disgustos en una proporción indeseada. Le corresponde a otros interpretar la situacion jurídica de la entidad, la planificación del área deportiva y otros menesteres en el club. A mi, solo me apetece acordarme de los muchos años que vestí la camiseta, de la primera ficha que D. Antonio Quijano me puso por delante, de las únicas botas que un furbolista profesional me regaló en edad juvenil ( el peruano, Balán González), de las broncas que el Rubio nos echaba en la puerta 19, de Antonio Benítez ( mi primer entrenador), de mi padre ( gran bético), de José Caballero Pantoja ( el mejor bético que conocí), del gol de Calleja que supuso la salvación en el insular de las Palmas, de las sevillanas de Pedro Buenaventura censurando a la bruja que vaticinaba el descenso, de la promoción ante el Depor, del descenso en casa ante el Tenerife, del gol de Edu en Santander, de las finales de copa, del gol de Dani, de la tanda de penaltíes en el Calderon en la primera copa del Rey, de Miki Roqué.... y de tantas y tantas anécdotas que este sentimiento inigualable me ha puesto en suerte de disfrutar. Cuando pienso en el Betis siempre tengo algún compañero de batalla, nunca me encuentro solo, nunca falta una pareja de baile en la confesión, ni un chiquillo ataviado de la elástica verdiblanca que garantiza la estirpe de una familia verderona. No me importa donde encuentran otros el éxito, hoy no. Mi éxito, hoy, y siempre, es haber nacido bético. No me apetece en este momento cuestionar que ha pasado, quiénes son los culpables o como se recuperará la categoria perdida. Solo me apetece reforzarme en la idea de que soy del Betis por la gracia de Dios, que nunca agradeceré a mis padres nada con mayor fuerza que el hecho de haberme hecho socio con días de existencia. Por todo ello, Yo, a todos los que sentimos en verdiblanco, os digo que ahora más que nunca, Real Betis Balompié. Otros que decidan.
* Por Pablo Del Pino. Entrenador de fútbol
Es inevitable. Ya pienso en recuperar la categoria perdida. Fueron muchas las veces en la que tuve que tener el mismo pensamiento. He visto pasar a Juan Corbacho, Jarabisnky, Fernando Vázquez, Sergio Kresic, Antonio Tapia, Pepe Mel, Serra Ferrer.... como para pensar que todo no volverá a su propio ser. Parece que el destino en verdiblanco se llena de vaivenes que provocan alegrias y disgustos en una proporción indeseada. Le corresponde a otros interpretar la situacion jurídica de la entidad, la planificación del área deportiva y otros menesteres en el club. A mi, solo me apetece acordarme de los muchos años que vestí la camiseta, de la primera ficha que D. Antonio Quijano me puso por delante, de las únicas botas que un furbolista profesional me regaló en edad juvenil ( el peruano, Balán González), de las broncas que el Rubio nos echaba en la puerta 19, de Antonio Benítez ( mi primer entrenador), de mi padre ( gran bético), de José Caballero Pantoja ( el mejor bético que conocí), del gol de Calleja que supuso la salvación en el insular de las Palmas, de las sevillanas de Pedro Buenaventura censurando a la bruja que vaticinaba el descenso, de la promoción ante el Depor, del descenso en casa ante el Tenerife, del gol de Edu en Santander, de las finales de copa, del gol de Dani, de la tanda de penaltíes en el Calderon en la primera copa del Rey, de Miki Roqué.... y de tantas y tantas anécdotas que este sentimiento inigualable me ha puesto en suerte de disfrutar. Cuando pienso en el Betis siempre tengo algún compañero de batalla, nunca me encuentro solo, nunca falta una pareja de baile en la confesión, ni un chiquillo ataviado de la elástica verdiblanca que garantiza la estirpe de una familia verderona. No me importa donde encuentran otros el éxito, hoy no. Mi éxito, hoy, y siempre, es haber nacido bético. No me apetece en este momento cuestionar que ha pasado, quiénes son los culpables o como se recuperará la categoria perdida. Solo me apetece reforzarme en la idea de que soy del Betis por la gracia de Dios, que nunca agradeceré a mis padres nada con mayor fuerza que el hecho de haberme hecho socio con días de existencia. Por todo ello, Yo, a todos los que sentimos en verdiblanco, os digo que ahora más que nunca, Real Betis Balompié. Otros que decidan.
* Por Pablo Del Pino. Entrenador de fútbol
Comentario