De pequeño decia que era del madrid y me gustaba el betis, pero me di cuenta que me engañaba a mi mismo y a partir de ahi odio al madrid y amo al BETIS
Yo, al proceder de familia sevillana, como era obvio, si no hubiera sido del Betis, seguramente hubiera sido del Betis B jejeje. Mi pueblo es un poco catetil en terminos futbolisticos, y recuerdo cuando iba a la guarderia y a parbulitos de chiquetito, todos los niños eran de los dos equipos aburridos y cansinos de siempre, y me miraban con cara rara cuando les decia que yo era del Betis, cosa que me daba igual, es mas, para mi los raros siempre han sido los demas por no ser del Betis. Eso si, yo diria que tras los dos equipos adulteradores de la competicion, el Betis es el tercer equipo con mas aficionados en Lepe, incluso mas que el Recre.
en mi caso fue un decision no volitiva.. fue mas bien un proceso natural de apreciacion de las cosas buenas de la vida... el bocadillo de chocolate, llegar a matalascanas y quitarme la ropa corriendo con mi hermano para meterme en el agua... e ir a mi primer partido del betis por primera vez en mi vida con 7 agnos.... como demonios iba a ser de otro equipo?
Madrid, año 1980: Teniendo yo seis años, hicieron en el colegio un torneo entre las tres clases de mi curso; unos serían el Madrid, otros el Atleti y mi clase, el Betis (según idea de mi profesor, aunque no era bético.). Mi padre me compró entonces una camiseta verdiblanca, unas medias a rayas y un parche con el escudo del Betis. Una vez pasó el torneíllo, mis compañeros siguieron siendo del Madrid, del Atleti, del Barça... o pasando del fútbol aún, pero a mí ya me había picado el gusanillo; algo de esos colores, de ese escudo que me planchó mi madre en la camiseta, de ese nombre mágico... algo me agarró por dentro. Y así pasé los siguientes años, llevando mi beticismo en soledad, a la contra, llorando los descensos mientras mis amigos celebraban títulos, empapándome de todo lo que leía, veía o escuchaba (siempre poco) del equipo de mis amores, hablándole a quien me quisiera oír del Betis, haciendo gala de mis colores en cualquier ocasión y discutiendo con quien fuera para defenderlo... hasta el día de hoy, en el que sigo sintiéndome un auténtico privilegiado, porque el Betis me escogió a mí entre todos esos niños.
Editado por última vez por Trecebarrado; https://www.betisweb.com/foro/member/2840-trecebarrado en 21/05/14, 15:31:55.
Desde muy pequeño mi madre me tenía que mezclar los biberones de leche con pipermint, pues no aguantaba las cosas sólo blancas. Si veía algo rojo me ponía muy, muy malito. Experimentaba un sarpullido extraño, una asfixia inesplicable cuando iba a Sevilla y tenía que pasar cerca del barrio de Nervión. Me era imposible utilizar una palangana en el pueblo, en seguida me entraban náuseas, en fin muchas y raras afeciones que terminaron con un diagnóstico ESTE NIÑO ES BÉTICO. Ja, ja ,ja...
En serio, el bético nace no se hace, alguno se da cuenta un poquito más tarde pero el Betis te elige. Un saludo.
Creo que en mi caso fue mas mi abuelo que mis padres, ya que a ellos no les gusta el fútbol (aunque son béticos), el recuerdo de chico de veranear en Matalascaña y darme por la mañana un paseo con mi abuelo desde caño guerrero hasta los palos y él con su camisa blanca abierta su palo en la mano y por supuesto su gorro "der Betis"... Tampoco se me borra del recuerdo que mi abuela me diera mi bocadillo (en pan de bollo por supuesto) con una "onzita" de chocolate y ver los torneos carranza en la tele y celebrar los goles como si estubiéramos jugando la Champions.
Después por supuesto mi padre me compró las Jomas blancas (y luego las verdes) de Alfonso.
Como la mayoría, mi padre y mi familia es bética. Ahora, ayudo bastante y mucho que en mi primer partido en el Villamarín, con unos seis añitos, Jarni marcará un golazo olímpico desde el corner de Gol Norte con fondo y lo celebrara en el mismo corner donde curiosamente estábamos apostados en el por aquel famoso foso mi hermana y yo.
Editado por última vez por Pasval; https://www.betisweb.com/foro/member/12795-pasval en 04/12/12, 16:16:43.
Desde muy pequeño mi madre me tenía que mezclar los biberones de leche con pipermint, pues no aguantaba las cosas sólo blancas. Si veía algo rojo me ponía muy, muy malito. Experimentaba un sarpullido extraño, una asfixia inesplicable cuando iba a Sevilla y tenía que pasar cerca del barrio de Nervión. Me era imposible utilizar una palangana en el pueblo, en seguida me entraban náuseas, en fin muchas y raras afeciones que terminaron con un diagnóstico ESTE NIÑO ES BÉTICO. Ja, ja ,ja...
En serio, el bético nace no se hace, alguno se da cuenta un poquito más tarde pero el Betis te elige. Un saludo.
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