Fuente: www.diariodesevilla.com
Por: Mateo González
Cuentan que su recuperación está yendo muy bien y que pronto estará jugando de nuevo...
–Sí, va todo muy bien y eso es una alegría, pero estoy triste porque veo que mis compañeros están sufriendo, ya que las cosas no están saliendo bien. Tras la última victoria en Pamplona tenemos que pensar que hay tiempo para recuperarse en la Liga y la meta que tenemos que elegir ahora es salir de la zona en la que estamos y terminar la temporada lo más alto posible. La Copa del Rey ya se fue y es una pena, y ahora tenemos que centrar nuestros esfuerzos en la Liga y luchar para salir de este momento tan incómodo.
–¿Cómo vive todo esto en la distancia?
–Estoy sufriendo igual que mis compañeros. Bueno, quizás ellos más porque están jugando y viendo que la cosa no les sale bien a pesar de que están dándolo todo para ganar. Los resultados no han estado viniendo y están sufriendo. Yo, desde lejos, no puedo hacer nada, solamente trasmitir todos los días fe y ánimo y esperar que el equipo gane más partidos.
–Está convencido de que el equipo no tendrá problemas para salir definitivamente de ahí abajo, ¿verdad?
–Estoy seguro. Confío plenamente en mis compañeros. Sé que hay una fantástica plantilla de profesionales que se entrega para defender el Betis y creo que no vamos a pasar muchos apuros. Seguro que dentro de poco vamos a salir de estos momentos malos y nos animaremos otra vez.
–Muchos de sus compañeros han declarado que le echan de menos para solucionar el problema del gol y usted sigue siendo el máximo goleador del equipo, ¿qué le parece?
–Me alegro de que me recuerden y es un orgullo para mí ser el máximo goleador, pero también me apena porque quiero que mejoren. Ojalá Robert y Tardelli se acoplen bien lo antes posible y estoy seguro de que lo harán pronto. Que sea el goleador es un factor positivo, pero mis goles ahora no ayudan en nada y eso me hace estar triste. Está claro que mi mayor deseo es que mis compañeros marquen muchos goles para superarme, salir de este momento duro y que consigan muchos éxitos.
–En espera de eso y de volver a jugar, ¿cómo es un día cualquiera para usted ahora que está potenciando la rehabilitación?
–Para mí, ahora, no hay otra cosa además del trabajo. Día a día llego a mi casa prácticamente muerto porque me despierto a las ocho de la mañana y una hora después ya estoy trabajando hasta las doce o la una. En ese tramo hago bicicleta, ejercicios de musculación y me entreno en un aparato que me prepara para la carrera en el campo, que es algo que aún no puedo hacer pero que tengo ya muchas ganas. Luego, a las dos y media, termino el pequeño descanso para almorzar y vuelvo al trabajo fuerte porque lo que hago ahora no es de estar sentado o tumbado para que te hagan algo, sino que, además del fortalecimiento muscular de la mañana, trabajo en el agua por la tarde y eso exige mucho esfuerzo. Trabajo y trabajo sin parar y cuando llego a mi casa lo hago muy cansado, buscando el sofá para descansar.
–¿Qué le dicen los médicos y los fisioterapeutas que le tratan?
–Me dicen que están encantados, muy sorprendidos. El lunes de la semana pasada fui a la consulta del médico y los dos estábamos muy contentos porque la rodilla ya está seca y no hay edema ni nada que me pueda perjudicar. El doctor está ahora impresionado, como yo. El que me conozca sabe que no acepto el fracaso ni la tristeza. Soy muy trabajador y me gusta pensar siempre en positivo. Desde el primer día en que me quité la escayola me puse en manos de los fisioterapeutas y estoy sin parar por la mañana, por la tarde, los fines de semana. Ésa es mi rutina.
–¿Puede hacer una vida normal?
–No tengo nada en la rodilla. La cicatriz está seca, que es lo importante y voy caminando sin muletas, como cualquier otra persona. Voy ganando confianza en la pierna y vamos mejorando en el apoyo de la pierna mala. Va todo bien y estoy muy ilusionado.
–Entonces volverá a jugar relativamente pronto, pero ¿dónde?
–Todavía no lo sé, pero desde luego que eso es lo que menos me preocupa ahora mismo. Estoy centrado en mi recuperación, que debe ser lenta y segura y en tener confianza para volver a jugar. Cuando tenga las cosas claras, hablaré con todo el mundo y no tendré problemas en anunciarlo, pero ahora estoy centrado en mi rehabilitación y no quiero distracciones.
–Pero se habla mucho del Sao Paulo, ya que está tratándose en su centro de rehabilitación...
–Sí, es verdad. Leo a diario en la prensa de aquí que están interesados en mí, pero de verdad que hasta ahora no he hablado con ningún directivo a no ser que me los encuentre en el club. Los veo día a día, pero hablamos de otros temas porque yo sólo vengo aquí a tratarme y recuperarme en el Reffis.
–Dice Tomás Calero, el médico del Betis, que deben revisarle antes de volver a jugar...
–A mí no me han llamado para comunicarme nada de eso, pero no hay ningún problema. Yo me acerco a Sevilla para que me vean, no me molesta para nada.
–Dicen que el Reffis paulista es espectacular, ¿lo es?
–Es realmente impresionante. Conocía el Sao Paulo desde fuera, pero ahora que lo veo por dentro es espectacular. Tiene de todo, aquí no falta nada. Tiene todas las estructuras adecuadas para los futbolistas. Aquí puede concentrarse uno en su ciudad deportiva, comer, recuperarse. Es de lo mejor.
–Lo que sí es cierto es que le han propuesto quedarse en ese club hasta diciembre, ¿no?
–Es verdad que me han preguntado de eso y no me pareció mal la opción, pero esto desde luego sólo sería posible si el Sao Paulo habla y llega a un acuerdo con el Betis, porque es el que tiene los derechos de mi pase, de mi trabajo. Si el Sao Paulo quiere tenerme hasta diciembre, tiene que hablar con el Betis.
–Pero también contará su opinión, ¿no?
–Claro que sí, pero no sé hasta qué punto pueden llegar las negociaciones. De todas formas, no quiero hablar de este tema hasta que no tenga nada claro, hasta saber qué hay de verdad en estos asuntos. Ahora sólo estoy centrado en recuperarme y luego ya hablaré.
–Se quede o no hasta diciembre, piensa volver al Betis, ¿verdad?
–Está claro que sí. Tengo contrato hasta 2011 y me encantaría cumplirlo, y no miento. Hay posibilidades de quedarme más o menos y eso se puede aceptar o no, pero tengo claro que soy del Betis.
–Lo que sí estará deseando es volver a tocar un balón, ¿no?
–Estoy como loco por volver a jugar al fútbol. Es que toda mi vida la he pasado jugando y ahora estoy imposibilitado a hacer algo que he hecho siempre, lo que más me gustó hacer, pero sé que en poco tiempo volveré para tener una satisfacción propia y darle una alegría a los béticos disfrutando con mi trabajo.
–¿Llegará al Mundial?
–Es un objetivo. Lo tengo como una meta que me ayuda día a día para empeñarme aún más si cabe, pero no me como la cabeza con esto. Si voy, estaré encantado porque sería el primero y es un sueño para mí, pero si no, sé que tendré tiempo para jugar otro porque soy joven. La vida seguirá después del Mundial y yo seguiré jugando. Tengo las cosas muy claras e, insisto, no me como la cabeza. Si voy es como una recompensa a mi trabajo, a que he estado sufriendo todo el año por esta lesión. También lo estoy pasando mal por el Betis y estoy un poco amargado con eso, ya que no tenemos buenos resultados, pero estoy seguro de que todo va a cambiar y que la suerte volverá de nuestro lado para completar un buen año.
–¿Se preocupa Carlos Alberto Parreira por su estado?
–Hablé con él hace poco y lo hago mucho con el médico de la selección, el doctor Runco, y ambos me transmiten mucho ánimo y suerte. Estoy muy ilusionado y veo que ellos y el fisioterapeuta de la selección están empeñados en recuperarme cuanto antes. Tiempo voy a tener para demostrar que puedo jugar el Mundial, pero no puedo decir si voy a ir o no. Lo que tengo claro es que tengo que estar bien para volver y aspirar a ello.
Por: Mateo González
Cuentan que su recuperación está yendo muy bien y que pronto estará jugando de nuevo...
–Sí, va todo muy bien y eso es una alegría, pero estoy triste porque veo que mis compañeros están sufriendo, ya que las cosas no están saliendo bien. Tras la última victoria en Pamplona tenemos que pensar que hay tiempo para recuperarse en la Liga y la meta que tenemos que elegir ahora es salir de la zona en la que estamos y terminar la temporada lo más alto posible. La Copa del Rey ya se fue y es una pena, y ahora tenemos que centrar nuestros esfuerzos en la Liga y luchar para salir de este momento tan incómodo.
–¿Cómo vive todo esto en la distancia?
–Estoy sufriendo igual que mis compañeros. Bueno, quizás ellos más porque están jugando y viendo que la cosa no les sale bien a pesar de que están dándolo todo para ganar. Los resultados no han estado viniendo y están sufriendo. Yo, desde lejos, no puedo hacer nada, solamente trasmitir todos los días fe y ánimo y esperar que el equipo gane más partidos.
–Está convencido de que el equipo no tendrá problemas para salir definitivamente de ahí abajo, ¿verdad?
–Estoy seguro. Confío plenamente en mis compañeros. Sé que hay una fantástica plantilla de profesionales que se entrega para defender el Betis y creo que no vamos a pasar muchos apuros. Seguro que dentro de poco vamos a salir de estos momentos malos y nos animaremos otra vez.
–Muchos de sus compañeros han declarado que le echan de menos para solucionar el problema del gol y usted sigue siendo el máximo goleador del equipo, ¿qué le parece?
–Me alegro de que me recuerden y es un orgullo para mí ser el máximo goleador, pero también me apena porque quiero que mejoren. Ojalá Robert y Tardelli se acoplen bien lo antes posible y estoy seguro de que lo harán pronto. Que sea el goleador es un factor positivo, pero mis goles ahora no ayudan en nada y eso me hace estar triste. Está claro que mi mayor deseo es que mis compañeros marquen muchos goles para superarme, salir de este momento duro y que consigan muchos éxitos.
–En espera de eso y de volver a jugar, ¿cómo es un día cualquiera para usted ahora que está potenciando la rehabilitación?
–Para mí, ahora, no hay otra cosa además del trabajo. Día a día llego a mi casa prácticamente muerto porque me despierto a las ocho de la mañana y una hora después ya estoy trabajando hasta las doce o la una. En ese tramo hago bicicleta, ejercicios de musculación y me entreno en un aparato que me prepara para la carrera en el campo, que es algo que aún no puedo hacer pero que tengo ya muchas ganas. Luego, a las dos y media, termino el pequeño descanso para almorzar y vuelvo al trabajo fuerte porque lo que hago ahora no es de estar sentado o tumbado para que te hagan algo, sino que, además del fortalecimiento muscular de la mañana, trabajo en el agua por la tarde y eso exige mucho esfuerzo. Trabajo y trabajo sin parar y cuando llego a mi casa lo hago muy cansado, buscando el sofá para descansar.
–¿Qué le dicen los médicos y los fisioterapeutas que le tratan?
–Me dicen que están encantados, muy sorprendidos. El lunes de la semana pasada fui a la consulta del médico y los dos estábamos muy contentos porque la rodilla ya está seca y no hay edema ni nada que me pueda perjudicar. El doctor está ahora impresionado, como yo. El que me conozca sabe que no acepto el fracaso ni la tristeza. Soy muy trabajador y me gusta pensar siempre en positivo. Desde el primer día en que me quité la escayola me puse en manos de los fisioterapeutas y estoy sin parar por la mañana, por la tarde, los fines de semana. Ésa es mi rutina.
–¿Puede hacer una vida normal?
–No tengo nada en la rodilla. La cicatriz está seca, que es lo importante y voy caminando sin muletas, como cualquier otra persona. Voy ganando confianza en la pierna y vamos mejorando en el apoyo de la pierna mala. Va todo bien y estoy muy ilusionado.
–Entonces volverá a jugar relativamente pronto, pero ¿dónde?
–Todavía no lo sé, pero desde luego que eso es lo que menos me preocupa ahora mismo. Estoy centrado en mi recuperación, que debe ser lenta y segura y en tener confianza para volver a jugar. Cuando tenga las cosas claras, hablaré con todo el mundo y no tendré problemas en anunciarlo, pero ahora estoy centrado en mi rehabilitación y no quiero distracciones.
–Pero se habla mucho del Sao Paulo, ya que está tratándose en su centro de rehabilitación...
–Sí, es verdad. Leo a diario en la prensa de aquí que están interesados en mí, pero de verdad que hasta ahora no he hablado con ningún directivo a no ser que me los encuentre en el club. Los veo día a día, pero hablamos de otros temas porque yo sólo vengo aquí a tratarme y recuperarme en el Reffis.
–Dice Tomás Calero, el médico del Betis, que deben revisarle antes de volver a jugar...
–A mí no me han llamado para comunicarme nada de eso, pero no hay ningún problema. Yo me acerco a Sevilla para que me vean, no me molesta para nada.
–Dicen que el Reffis paulista es espectacular, ¿lo es?
–Es realmente impresionante. Conocía el Sao Paulo desde fuera, pero ahora que lo veo por dentro es espectacular. Tiene de todo, aquí no falta nada. Tiene todas las estructuras adecuadas para los futbolistas. Aquí puede concentrarse uno en su ciudad deportiva, comer, recuperarse. Es de lo mejor.
–Lo que sí es cierto es que le han propuesto quedarse en ese club hasta diciembre, ¿no?
–Es verdad que me han preguntado de eso y no me pareció mal la opción, pero esto desde luego sólo sería posible si el Sao Paulo habla y llega a un acuerdo con el Betis, porque es el que tiene los derechos de mi pase, de mi trabajo. Si el Sao Paulo quiere tenerme hasta diciembre, tiene que hablar con el Betis.
–Pero también contará su opinión, ¿no?
–Claro que sí, pero no sé hasta qué punto pueden llegar las negociaciones. De todas formas, no quiero hablar de este tema hasta que no tenga nada claro, hasta saber qué hay de verdad en estos asuntos. Ahora sólo estoy centrado en recuperarme y luego ya hablaré.
–Se quede o no hasta diciembre, piensa volver al Betis, ¿verdad?
–Está claro que sí. Tengo contrato hasta 2011 y me encantaría cumplirlo, y no miento. Hay posibilidades de quedarme más o menos y eso se puede aceptar o no, pero tengo claro que soy del Betis.
–Lo que sí estará deseando es volver a tocar un balón, ¿no?
–Estoy como loco por volver a jugar al fútbol. Es que toda mi vida la he pasado jugando y ahora estoy imposibilitado a hacer algo que he hecho siempre, lo que más me gustó hacer, pero sé que en poco tiempo volveré para tener una satisfacción propia y darle una alegría a los béticos disfrutando con mi trabajo.
–¿Llegará al Mundial?
–Es un objetivo. Lo tengo como una meta que me ayuda día a día para empeñarme aún más si cabe, pero no me como la cabeza con esto. Si voy, estaré encantado porque sería el primero y es un sueño para mí, pero si no, sé que tendré tiempo para jugar otro porque soy joven. La vida seguirá después del Mundial y yo seguiré jugando. Tengo las cosas muy claras e, insisto, no me como la cabeza. Si voy es como una recompensa a mi trabajo, a que he estado sufriendo todo el año por esta lesión. También lo estoy pasando mal por el Betis y estoy un poco amargado con eso, ya que no tenemos buenos resultados, pero estoy seguro de que todo va a cambiar y que la suerte volverá de nuestro lado para completar un buen año.
–¿Se preocupa Carlos Alberto Parreira por su estado?
–Hablé con él hace poco y lo hago mucho con el médico de la selección, el doctor Runco, y ambos me transmiten mucho ánimo y suerte. Estoy muy ilusionado y veo que ellos y el fisioterapeuta de la selección están empeñados en recuperarme cuanto antes. Tiempo voy a tener para demostrar que puedo jugar el Mundial, pero no puedo decir si voy a ir o no. Lo que tengo claro es que tengo que estar bien para volver y aspirar a ello.