José Ramón Esnaola abandorá el Betis tras muchos años de servicios al club, en su primera época como portero del primer equipo, y más tarde como entrenador de los guardametas que pasaban a engrosar la plantilla del Real Betis Balompié.
Esnaola siempre será recordado por ser el autor de ese famoso penalty en el Vicente Calderón que dio al Betis su primera Copa del Rey de la historia, pasando así a formar parte de la historia verdiblanca. Desde el club se le despide con una emotiva carta de despedida:
Era nuestro portero en aquella final épica de 1977, que supuso que la Copa del Rey pasara a engrosar nuestras vitrinas. Paró el penalti decisivo y logró marcar también el último penalti a Iribar… después. Aquellas imágenes que llevamos en nuestras retinas todos los béticos: El abrazo de Esnaola con todos los compañeros, para celebrar el Título conseguido. Esnaola entraba en la Historia del Real Betis Balompié.
Luego, muchas, muchísimas tardes de entrega profesional que fue regalando al beticismo y de ejemplaridad como deportista, como compañero y como amigo… hasta que hubo de colgar los guantes en el vestuario, pero para seguir dentro de él, ahora como maestro, siempre donde hiciera falta, siempre donde el Betis lo necesitara, al servicio de su Equipo, para desarrollar una nueva carrera, callada y valiosísima en la formación de futbolistas, de hombres y de deportistas, que tenían a Esnaola como ejemplo vivo de cómo se debe de ser en el campo y fuera de él…
Por eso la Gran Familia Bética, de la que formas parte para siempre, no te puede decir ahora adiós, sino ¡Hasta siempre Esnaola!
Desde Betisweb también le deseamos mucha suerte allá donde vaya y recordarle que siempre estará en nuestro corazones.
Esnaola siempre será recordado por ser el autor de ese famoso penalty en el Vicente Calderón que dio al Betis su primera Copa del Rey de la historia, pasando así a formar parte de la historia verdiblanca. Desde el club se le despide con una emotiva carta de despedida:
Era nuestro portero en aquella final épica de 1977, que supuso que la Copa del Rey pasara a engrosar nuestras vitrinas. Paró el penalti decisivo y logró marcar también el último penalti a Iribar… después. Aquellas imágenes que llevamos en nuestras retinas todos los béticos: El abrazo de Esnaola con todos los compañeros, para celebrar el Título conseguido. Esnaola entraba en la Historia del Real Betis Balompié.
Luego, muchas, muchísimas tardes de entrega profesional que fue regalando al beticismo y de ejemplaridad como deportista, como compañero y como amigo… hasta que hubo de colgar los guantes en el vestuario, pero para seguir dentro de él, ahora como maestro, siempre donde hiciera falta, siempre donde el Betis lo necesitara, al servicio de su Equipo, para desarrollar una nueva carrera, callada y valiosísima en la formación de futbolistas, de hombres y de deportistas, que tenían a Esnaola como ejemplo vivo de cómo se debe de ser en el campo y fuera de él…
Por eso la Gran Familia Bética, de la que formas parte para siempre, no te puede decir ahora adiós, sino ¡Hasta siempre Esnaola!
Desde Betisweb también le deseamos mucha suerte allá donde vaya y recordarle que siempre estará en nuestro corazones.