El Real Betis empataron a uno en un partido aburrido y apático, frente al Atlético de Madrid.
Comenzó el encuentro con control del juego por parte bética pero sin ocasiones claras sobre la portería Leo Franco. Faltaba profundidad en los últimos metros y, tras esos primeros minutos el Atlético despertó. Una falta lateral sacada por Petrov, el más activo de todos, sorprendió a Doblas, el balón botó sobre la línea y Kezman, en su sitio, lo empujó a la red. De ahí al descanso, Kezman dispuso de varias oportunidades y el Betis se acercó con peligro en una doble ocasión de Joaquín y Dani.
El conjunto verdiblanco salió más centrado en la segunda parte. Assunçao estuvo a punto de marcar en una falta y Joaquín, muy entonado en el segundo acto, probó suerte desde lejos. El Betis dominaba, pero la falta de tensión del choque era notoria y apenas se acercaba con peligro a los dominios de Leo Franco. En el Atlético sólo Petrov, demostrando su velocidad y lo bien que sabe centrar, parecía seguir metido en el partido.
Cuando el partido estaba en punto muerto, una genialidad del bético Arzu, que regateó con la derecha y disparó con la izquierda, supuso el empate.
Comenzó el encuentro con control del juego por parte bética pero sin ocasiones claras sobre la portería Leo Franco. Faltaba profundidad en los últimos metros y, tras esos primeros minutos el Atlético despertó. Una falta lateral sacada por Petrov, el más activo de todos, sorprendió a Doblas, el balón botó sobre la línea y Kezman, en su sitio, lo empujó a la red. De ahí al descanso, Kezman dispuso de varias oportunidades y el Betis se acercó con peligro en una doble ocasión de Joaquín y Dani.
El conjunto verdiblanco salió más centrado en la segunda parte. Assunçao estuvo a punto de marcar en una falta y Joaquín, muy entonado en el segundo acto, probó suerte desde lejos. El Betis dominaba, pero la falta de tensión del choque era notoria y apenas se acercaba con peligro a los dominios de Leo Franco. En el Atlético sólo Petrov, demostrando su velocidad y lo bien que sabe centrar, parecía seguir metido en el partido.
Cuando el partido estaba en punto muerto, una genialidad del bético Arzu, que regateó con la derecha y disparó con la izquierda, supuso el empate.