El balón parado fue uno de los dos ingredientes fundamentales que el Betis utilizó para salir vencedor. Sucedió en el córner botado por Joaquín y rematado de cabeza por N'Diaye con un magnífico escorzo, y ocurrió en la falta ejecutada con inteligencia por Rubén Castro. Ya son siete tantos en cinco jornadas en esta faceta del juego que, por ejemplo ante el Granada, acabó decantando la balanza del lado bético.
No es casualidad. En un fútbol tan igualado, y con los problemas que en muchas fases tiene el Betis para generar juego y encontrar situaciones de gol, se antoja vital dominar este apartado. A la vista está el rédito en forma de puntos en estas últimas jornadas. En eso mucho tiene que ver Juan Merino y la importancia que el entrenador le otorga al balón parado, algo olvidado durante muchos años en este equipo.
El otro gran ingrediente verdiblanco fue la competitividad. Otro de los sellos evidentes de Merino. El Betis supo sufrir durante 35 minutos con un jugador menos para esperar su momento y dar el golpe definitivo. No es nueva esta competitividad de un conjunto que siempre tiene pulso, más allá de las dificultades para hacer fútbol que se hacen evidentes en momentos, como por ejemplo la primera parte bética.
Al hilo de Merino también es justo destacar la valentía del técnico a la hora de tomar decisiones. Lo hizo a la media hora de partido en el cambio de Jorge Molina por Álvaro Cejudo. Lo ha demostrado en muchas ocasiones a la hora de conformar alineaciones y convocatorias, con sus lógicos aciertos y desaciertos, y en esta ocasión decidió variar el sistema para intentar desbloquear a un Betis que salió atascado.
La victoria del Betis ante el Granada fue coral, aunque también dejó actuaciones destacadas. La de N'Diaye, por su gol y su trabajo; la de Rubén Castro, inteligente goleador y fajado en la izquierda cuando el equipo se quedó con diez; o Musonda, que sin ser tan espectacular como otras veces fue un desahogo constante; eso y Adán, fiel a su cita con su parada determinante.
Numéricamente el triunfo bético trae algunos añadidos. Uno de ellos vital como es el de ganar también el 'average' al Granada, como ya sucediera con Rayo, Sporting, Espanyol y Valencia. Otro que el Betis suma por segunda vez en la temporada dos victorias seguidas. También que el equipo después de esta jornada se encarama hasta la décima posición de la clasificación.
En pocos menos de 72 horas los verdiblancos han dado un paso fundamental en su lucha por la permanencia. Seis puntos ante rivales directos. Si lo del Espanyol fue un partido redondo y con buen juego, ante el Granada hizo vibrar a la grada del Benito Villamarín porque los goles llegaron en el momento final y con diez futbolistas. Inyección moral extra para un Betis que debe aprovechar la inercia positiva.