Yo, a veces, reflexiono sobre esto de los días dedicados y no me acabo de aclarar. Tengo respuestas para preguntas en todos los sentidos. Pero por eso acudo a la forma de entender que tengo el Betis. Intentar hacer una celebración que acompañe al equipo pues creo que un partido se gana en todos los detalles.
Claro que siempre hay béticos que piensan que lo importante, lo imprescindible, lo único está en el tapete verde. Otros se emocionan al ver una camiseta verdiblanca en Argentina. Yo creo que hay que trabajar en todos los sentidos, hacer buena imagen está también en estos días especiales, en el día de la mujer bética.
El fútbol que yo recuerdo es de hombres, pocas mujeres acudían, y menos solas, Aunque ahora no se piense, todavía es un mundo muy masculino, pero las béticas, al igual que otras mujeres, han ido sacando nervio y conquistando sitios casi sagrados como peñas e incluso equipos.
El domingo será especial para mí, será muy simbólico, será quizá la materialización de un sueño de muchísimos béticos. Porque me sentiré representado en una mujer luchadora, bética de tradición y estirpe, peñista por la misma causa, fantástica y humilde persona que sabe cuál es su sitio.
Mariví, no Maria Victoria, se convertirá mañana en la portadora de la presidencia del Betis. Por un solo día, pero no será la presidenta, será la unión de miles de béticas que se verán muy representadas por ella. Y también a mí, que la he visto en mil fregaos, organizando, trabajando, dándole vueltas a la cabeza, llena de pintura, apretando para cumplir objetivos, aguantando con mucha templanza sabiendo que lo que hacía era bueno, muy bueno para el Betis.
Así la eligieron de consejera, consejera de peñas, y aporta su capacidad, no para fichar a Damiao o para buscar nuevo entrenador, sino para dar cuerpo a la fuerza de los aficionados, dar sitio y hacer realidad muchos sueños de béticos de a pie.
Y las camisetas del domingo... Cuando me pongo a pensar en ellas y lo que dicen los puristas de las mismas me acuerdo de una frase: "el pantalón rojo es Francia". Con esas palabras los puristas franceses justificaban la tradición para mandar a los soldados franceses a luchar con el rojo en sus uniformes en 1870, haciéndolos presa fácil del enemigo. El pantalón rojo dejó de ser Francia y la tradición con ella. No digo que el Betis a cada partido vaya uniformado de forma distinta, sino que al elegir para mañana este cambio en su camiseta hacen más importante el verdiblanco, por la singularidad de un momento de cambio, dedicado a sus mujeres, a las béticas.
Es cierto que se puede discutir y mucho si el rosa es el color elegido, pero no la idea.