Sirva para expresar que en España, aparte de éxitos deportivos, que los hemos tenido, y fracasos, que son más cercanos, hemos visto pasar por nuestro fútbol viejos que han demostrado y demuestran un hambre de gol enorme.
Delanteros como Rubén, como Adúriz, han demostrado que son capaces de cargar con sus años como si fuesen veinteañeros y ganas de hacer como si fuesen juveniles. Pero, además, tienen en sus botas las mil diabluras y la experiencia que hacen que sigan siendo referentes y determinantes, lobos del área que en cualquier otra parte del mundo tendrían el sello de matadores, no el de vejestorios.
Se han merecido ir a la selección en muchos casos mucho antes que otros que iban por inercia, algunas veces acarreando lesiones, pero con la tontería esa de que pertenecen al grupo.
Al grupo pertenece quien lucha y quien se reivindica, quien no ceja y empuja, quien consigue resultados y, áun así, sin millones de por medio que en ocasiones hagan mirar de forma cansina la camiseta nacional, sigan metiendo la pierna como campeones.
Y tenemos esos vejestorios, esos despojos futbolísticos (nótese la ironía) que levantan a sus equipos y los soportan con sus goles, con sus zarpazos de talento. Pero no están ni en el Chelsea ni en el Madrid, no son mediáticos, ni siquiera guapos. ¿¿¿Son goleadores, y no es eso lo que queremos???