Tanto en el primer como en el segundo tanto periquito, los verdiblancos debieron hacer más. El Betis encajó el primero en una jugada a balón parado en la que Enzo Roco no tuvo demasiada oposición para rematar de cabeza la falta lanzada por Asensio. El segundo fue un contragolpe en el que los heliopolitanos estaban mal parados y acabaron pagándolo con la sentencia. Luego llegó el tercero.
Durante los noventa minutos sucedieron muchas circunstancias, pero todo quedó condicionado por los dos primeros tantos visitantes. El primero a los tres minutos, mazazo casi de salida; el segundo, cinco minutos después de la reanudación, algo que cortó cualquier intento de remontada que el Betis pretendiera armar con los nuevos bríos que pudiera traer de la caseta. Dos goles evitables.
La puesta en escena verdiblanca fue floja y bien que lo aprovechó el Espanyol. No sólo con el gol, sino con el dominio de los primeros veinte minutos. Sin embargo, luego el Betis reaccionó y rondó el empate en un par de ocasiones de Rubén Castro y la lejana falta de Joaquín que a punto estuvo de sorprender al meta rival. No hubiera sido injusto, aunque es verdad que los catalanes también gozaron de alguna oportunidad.
El Betis mejoró con la variación de posiciones en sus hombres más ofensivos. Cejudo pasó de la derecha a la izquierda, Joaquín de la mediapunta a la derecha y Portillo de la izquierda a la mediapunta. El portuense protagonizó un par de acciones de peligro en su posición habitual y el malagueño empezó a entrar más en contacto con la pelota. Fueron los minutos más entonados de los de Mel.
También tomó fuerza el Betis con la entrada tras el descanso de Dani Ceballos. El utrerano protagonizó detalles de calidad y siempre se ofreció para buscar la pelota. Debe ser pieza importante en el equipo a corto plazo. Un balón suyo a punto estuvo de rematarlo Rubén Castro. Claro que las opciones de remontada se complicaron casi de manera definitiva con el segundo gol visitante.
Cierto es que luego el Betis nunca le perdió la cara al partido y buscó el gol. Incluso Mel fue dando entrada a los delanteros Ricky y Rennella; aunque realmente fue un dominio infructuoso, sin grandes ocasiones y con la sensación de que levantar el 0-2 era poco probable. Más todavía con el tercero. Curiosamente los tres tantos visitantes llevaron el sello en las asistencias de Asensio. Rennella acortó distancias en los últimos minutos.
No puedo el Betis alargar su racha de dos victorias consecutivas, en una semana en la que también recibió la extraordinaria noticia de la renovación de Dani Ceballos. Derrota justa ante el Espanyol, probablemente más abultada de lo merecido. Los detalles condicionan los partidos y esos fueron los momentos claves de los dos primeros goles, dos tantos en los que los verdiblancos debieron ofrecer más oposición.