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ID:	6575416El partido deseado toda la temporada. Ese el que firmó el Betis frente al Valladolid en una mañana redonda en el Villamarín. Triunfo frente a un rival directo, una segunda parte muy completa de los de Mel, el rencuentro goleador de Rubén Castro con un 'hat trick', golazo de Jorge Molina, el paso adelante de futbolistas como Portillo y Pacheco, el equipo colíder en la clasificación, 'gol average' a favor con los pucelanos...

Mil y unas razones para calificar el partido y la jornada como la mejor para el Betis de la temporada. Una circunstancia que se produce en el momento clave de la campaña, justo cuando se deciden los objetivos y en vísperas de que los verdiblancos visiten el domingo a Las Palmas. Una cita que los heliopolitanos afrontarán de una manera distinta tras la goleada de esta jornada.

Todo, eso sí, con mesura. Es curioso que el mismo Betis que casi no tiró a puerta hace una semana frente al Mirandés, le pudo meter siete al Valladolid por las ocasiones disfrutadas. La presión asfixiante durante todo el partido, el estado de gracia de sus dos delanteros, y el acierto en el planteamiento y la elección de los jugadores por parte de Mel tuvieron mucho que ver.

El caso es que el Betis fue superior al Valladolid durante los noventa minutos. Algo mejor en la primera mitad, abrumadoramente en la segunda. Tras el descanso, con el refuerzo de los goles que fueron cayendo, el equipo se soltó y ofreció fútbol vistoso como pocas veces esta campaña. Todo desde la presión y la intensidad para ahogar al Valladolid desde arriba.

Intensidad, acierto y Rubén Castro. El canario es más de medio Betis. Su crisis había coincidido semanas atrás con la del equipo que había echado de menos sus goles que valen puntos. Esta vez anotó tres tantos y dio la asistencia del primero. Su participación allanó el camino y se fue hasta los 102 tantos en la historia del club. Determinante como tantas veces.

Primero sirvió a Jorge Molina para que el alcoyano anotara un auténtico golazo, uno más de la sociedad que forman los dos puntas. Luego, Rubén Castro aprovechó un gran pase de Portillo desde un ángulo imposible para hacer el segundo. El penalti transformado y el cuarto completaron el marcador. Incluso pudo hacer alguno más, como en una volea, o en un balón suelto que mandó arriba con la izquierda.
También tuvo su responsabilidad de la goleada Pepe Mel. Culpable igualmente cuando el equipo no funciona, esta vez atinó y bien. Le dio la titularidad a Pacheco y el malagueño le respondió con un gran partido, como Lolo Reyes y Jorge Molina, que recuperaron sus puestos tras las sanciones con el Mirandés. La elección del once, el planteamiento y la actitud fueron claves y en eso Mel acertó.

Quizás la única pega fue la situación de Portillo en la banda. El malagueño es el futbolista de más talento en el Betis y cuando ocupó posiciones más centradas el equipo lo agradeció. De sus botas nacieron las jugadas más trenzadas. Ilusionante el paso adelante de un jugador clave para este equipo. Como paso adelante dio en la segunda mitad Varela, más ofensivo que nunca.

El partido más brillante del Betis de la temporada que hizo que el Valladolid pareciera peor equipo de lo que es en la realidad. Llegó el golpe en la mesa que tanto se ansió durante la campaña y que, entre otras cosas, eleva a catorce los encuentros verdiblancos sin perder. Ahora toca mantenerlo en el tiempo y que los merecidos elogios no sirvan de relajación para el duelo contra Las Palmas.