Gol de MolinaMás cerca de lo exigible. El Betis que se vio frente al Sabadell es el equipo que se espera que sea en esta categoría.

Un conjunto que resuelva los partidos con cierta solvencia, que se imponga con buen fútbol y que no haga sufrir a su afición con la incertidumbre del marcador. Todos esos condicionantes aparecieron en la cita verdiblanca frente a los catalanes.

El Villamarín vivió una tarde plácida, como no se recuerdan muchas en los últimos tiempos. Es verdad que el encuentro discurrió con viento a favor desde el principio. A los 8 minutos ya había marcado el primer gol Dani Ceballos. Antes del descanso el segundo obra de Molina y la justa expulsión del portero visitante terminaron por sentenciar el partido.

El Betis cumplió con su parte y ganó, convenció y jugó al fútbol. Cierto que no todo fue redondo. La única pega verdiblanca fue la de la oportunidad perdida para haberse dado un festín en forma de goleada. Un resultado contundente para mayor alegría de la hinchada bética y que todavía no se ha producido esta temporada. En la segunda parte, a pesar de la superioridad y las ocasiones, al equipo le faltó una pizca de maldad.

Detalles que limar de un Betis en crecimiento. La mano de Mel cada vez es más evidente. No sólo en los resultados, que mantiene la línea ya iniciada por Merino -suma de 10 de 12 puntos-, sino en el sello del entrenador. Hay un Betis reconocible en su plan de juego. Desde la posesión del balón, el equipo genera fútbol, algo más acorde con lo se espera de su potencial en esta categoría.

Otra circunstancia en la que también se palpa la mejoría del Betis es el crecimiento de los jugadores. Especialmente los futbolistas con un rol secundario en la plantilla que han dado un paso adelante en su rendimiento. Contra el Sabadell se pudo comprobar con Molinero, Varela, Xavi Torres o Pacheco. Cuatro ejemplos de futbolistas, algunos de ellos criticados con anterioridad, que han mejorado.

El que no baja el pistón es Dani Ceballos. El canterano fue el mejor verdiblanco contra el Sabadell y, además de calidad, demostró una tremenda personalidad. Se repuso de mal partido en Gijón y brilló en su nueva ubicación como organizador. Además tuvo una incidencia definitiva en el marcador. Anotó el primer gol y fue el origen de las dos jugadas de los tantos béticos.

No sería ninguna locura decir a estas alturas que Dani Ceballos es el tercer futbolista más importante de la plantilla del Betis. Primero está el delantero que las mete, Rubén Castro, luego el que las para, Adán. Después aparece el utrerano, pieza fundamental en la creación del juego. Ante el Sabadell exhibió su visión de juego, su dinamismo y fue el motor heliopolitano.

Sintomática de la superioridad bética en este último partido fue el que no necesitara de sus dos jugadores franquicia. Rubén Castro apareció para asistir en el primer tanto, pero no mojó. Adán apenas tuvo que intervenir en el tramo final del partido y a ratos fue un espectador más. Tampoco Portillo, otro jugador llamado a ser clave, ofreció más que algún detalle en su estreno en el Villamarín.

Arranca el Betis esta segunda vuelta engrasado, resolviendo los partidos con solvencia y con la mano de entrenador de Pepe Mel. Tiene que seguir creciendo y mantener la regularidad. Probablemente perdió una buena oportunidad de golear, pero en cualquier caso nada tiene que ver este conjunto con el indeciso y plano de buena parte de la primera vuelta. Este el Betis que se espera que sea.