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ID:	6574764La decisión del Betis de destituir a Vlada Stosic como director deportivo parece lógica. Si se parte de que el gran problema del equipo son las limitaciones de la plantilla y su configuración -más allá de uno u otro entrenador- tiene sentido el despido. El serbio fue quien diseñó el renovado equipo de esta temporada, que a falta de dos jornadas para acabar la primera vuelta es último y suma sólo 10 puntos.

Extraordinario futbolista que le vendría de maravilla al equipo, Stosic no fue igual de brillante como director deportivo. No todos son sombras en su trabajo, ya que nombres como Dorlan Pabón o Paulao también vinieron de su mano. Sin embargo en esta campaña el rendimiento de los Sara, Andersen, Steinhöfer, Chuli, Didac, Jordi Figueras... y la larga lista lo han colocado como el gran responsable. No el único.
Por tanto está cargada de razones la decisión del Betis de prescindir de Stosic. Otra cuestión son los tiempos, que llaman la atención y que produce críticas. Días antes de que se abra el mercado invernal -aunque el club pudo haber fichado ya al sustituto de Xavi Torres-, se toma la determinación. Extraño ante una fecha clave para un director deportivo, que en cualquier club es más decisivo que nunca en estas épocas del año.

Tres opciones: La primera que el Betis se apoye en el trabajo que ya tenga encaminado Stosic; la segunda que desde el cuerpo técnico de Garrido ya se trabajara en buscar jugadores desde hace algunas fechas; la tercera desmonta el mito de los directores deportivos y su concienzudo trabajo de campo para ver futbolistas. Sea el que sea, el equipo necesita que el que sea acierte de pleno.

Ahora el consejo de administración entrega a Garrido y su cuerpo técnico la potestad para los fichajes. No dudo de la capacidad del entrenador levantino, que parece preparado a pesar de sus primeros números como entrenador verdiblanco, pero desmonta la sensación de planificación y estructuras en las que parecía que se había instalado el Betis en los últimos tiempos. En apenas tres semanas, caen el entrenador y el director deportivo.

Influido o no por el grito unánime de la afición, el consejo de administración decidió prescindir de Stosic al que públicamente había defendido. Deposita ahora en Garrido y su equipo la confianza para los fichajes. Prueba de fuego para el entrenador y su equipo, al que el Betis se aferra para la salvación, tanto por lo que pueda hacer en la parcela técnica como en su ojo y capacidad para reforzar a la plantilla.

Llamativo es también la sucesión de los últimos hechos. Si fue Stosic, como director deportivo, el que propuso el cese de Pepe Mel, choca que semanas después acabe siendo el balcánico el destituido. Circunstancias agravadas por la situación deportiva pero que pueden descolocar.

De todas formas es lógica la destitución de Stosic por su responsabilidad. Distinto son los tiempos y algunos matices. Todo en un Betis que necesita aciertos en todas las áreas para salir de la situación y, así, evitar acabar en Segunda y que se repita aquello histórico de año europeo y coqueteos con el descenso o pérdida de categoría. En paralelo Lopera y Oliver declarando en los juzgados. Extraño lunes en el que poco se habla de fútbol.