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ID:	6574724Hemos llegado a tocar fondo esta temporada, no se puede caer más bajo y soportamos 19 equipos encima. Las jornadas han ido pasando y en cada uno yo mismo intentaba buscar un asidero a la esperanza.

Hoy también lo intento, busco en la mirada esquiva de cualquier bético un motivo para escribir estas líneas y sólo encuentro el consuelo de pedirle al viento que quien no pueda tirar del carro, que se aparte.

Es difícil pedir más a esta afición. Yo no considero a la del Betis la mejor afición del mundo, eso lo dejo para el ombliguismo particular de cada uno. Lo que sí la considero es muy leal a cualquier tiempo de los que vive el Betis.

Así se han aprovechado de esa cresta en la que cabalgar los más funestos dirigentes que el fútbol patrio ha dado, y así otros no tan capaces han podido subsistir a pesar de sus limitados saberes.

Pedir responsabilidades ahora no sé si es suicida o terapéutico. Es cierto que cuando todo va bien los dueños del éxito son muchos y cuando van mal nadie se hace responsable.

Si bien es cierto que no puedo entender el Betis como un continuo estado de malhumor con quien mande por sistema, si entiendo que cuando surgen motivos evidentes de crisis motivadas desde la clasificación hasta la convivencia misma la estructura lineal debe funcionar evitando populismos que empeoren las circunstancias.

Tenemos la espada continua de Damocles esperando dar zarpazos a lo conseguido hasta ahora por el esfuerzo de todos los béticos, zarpazos que hagan añorar una situación pasada que sabemos que es la que aquí nos ha llevado. Pero para combatirla el plan concebido no está demostrando más que un austericidio a ultranza puede ahorrar 5 de 10, pero puede que si no hay 10, tampoco haya 5.
No podré buscar en mi vocabulario palabras descalificantes ni para el consejo ni para el cuerpo técnico, e incluso para los jugadores. No pueden ser dioses hace 6 meses y ahora demonios. Pero sí tienen que haber la suficiente y contundente autocrítica en las entrañas del Betis, en esas entrañas que mirábamos los béticos como parte de un nuevo comienzo, para detectar quién puede tirar del carro y quién no, y apartarlo, o si la dignidad así lo dictase, cosas rara en esto del fútbol, poner cualquier cargo a disposición del Betis por no poder ayudar a tirar del carro, sería algo que elogiaría porque pondría los intereses del Betis por encima de todo.

Ya lo sé, uno intenta soñar en estos momentos duros, y todavía hace matemáticas infinitas con una clasificación cada vez más inaccesible.

Juan Carlos Perez - La Recontracrónica