En cualquier caso, con un once inicial en el que sólo repitió Vadillo y con muchos de los teóricos suplentes, la escuadra de las trece barras no sólo plantó cara al principal favorito de su grupo, sino que incluso se mostró superior a él. Cierto es que se vieron detalles a mejorar, como los laterales, puesto que Steinhöfer y Dídac deberán crecer todavía muchísimo más para poder pelearle el puesto a Chica y Nacho.
Es más, teniendo en cuenta que el alemán parte a priori como titular en la Europa League, donde competirá con Juanfran por defender el flanco derecho, no estaría de más irle explicando varios principios teóricos como que no hay que ir a buscar el choque con el rival, sino el balón o que cuando se sube también hay que saber apretar los dientes para no llegar tarde en los repliegues. De momento, Mel tiene dos semanas por delante para mentalizarle de esto antes del duelo frente al Rijeka.
También dejó claro el partido que, hoy por hoy, el organizador del juego bético es Salva Sevilla y no Verdú. De hecho, al virgitano le hicieron falta tan sólo unos minutos para ver los espacios entre líneas que el catalán apenas vislumbró durante todo el tiempo que estuvo en el campo. En este sentido, también es justo reconocer que el cansancio del Lyon, que comenzó el partido con sus líneas muy juntas y sin dejar huecos para que trabajase la imaginación de la ‘sala de máquinas’ verdiblanca, facilitó bastante la tarea al almeriense, que, en cualquier caso, sigue de dulce y demostrando que merece ser titular de manera continuada.
Mientras, gente como Lolo Reyes o Chuli no desentonaron demasiado. El chileno estuvo bien en sus tareas como ‘hombre escoba’, mientras que el onubense se mostró voluntarioso arriba, aunque también tan faltó de pólvora como el resto de sus compañeros, en especial un Cedrick que creó bastantes problemas a su par, pero que siempre tiró al muñeco.
Probablemente, la historia hubiese sido bien distinta si Perquis, que se mostró contundente y atento en todo momento, no hubiese acusado el cansancio y pedido el cambio, puesto que Rubén Castro habría tenido alrededor de 20 minutos para convertir el empate a cero en un resultado mucho más positivo. Sin embargo, no pudo ser y los verdiblancos arrancan la fase de grupos con un punto que habrá que hacer bueno frente a Vitoria de Guimaraes y Rijeka para allanar el camino hacia la siguiente ronda.
Y antes de eso, toca confirmar ante Granada, Athletic y Villarreal que lo visto en el partido frente al Valencia no fue un espejismo, sino el inicio de una reacción liguera que pondrá al equipo en su sitio. Para ello, Mel se apoyará en la versión ‘A’ de un Betis que con la ‘B’ plantó cara a un Lyon que ya no es el que era, ante el que hizo todo para ganar salvo lo más importante, acertar a la hora de batir la meta contraria, logrando un empate que no está mal para empezar, pero que también sabe a poco.
J. Julián Fernández