Unas veces por desacierto de los delanteros béticos con fallos clamorosos, otras por las increíbles intervenciones de Yoel. El caso es que el partido de los verdiblancos quedó marcado por su falta de puntería. Una efectividad alabada en muchas ocasiones la pasada temporada y que valió para clasificarse para Europa y que ante el Celta fue determinante para la derrota.
El mismo Molina que marcó hace unos días en el Bernabéu y en Chequia y Cedrick que hizo lo propio el jueves estuvieron negados de cara a puerta y fallaron cada uno varias ocasiones claras.
Un gol en la primera parte hubiera cambiado por completo el guión y que en condiciones normales hubiera encarrilado el choque.
Contrastaron estos dos jugadores en esa faceta con Rubén Castro, la mejor noticia en verdiblanco de la noche, que no sólo volvió sino que demostró que no se le olvida el gol. Casi a la primera marcó. Sus 70 dianas oficiales en verdiblanco le avalan.
Claro que más allá de la falta de puntería, el Betis dejó unas extrañas sensaciones. Si en la primera parte fue el gran dominador del encuentro, en la segunda el equipo dio un bajón considerable.
El cansancio físico tras el partido del jueves en Europa y la sensación de chocarse contra un muro por las ocasiones falladas pudieron pesar en el ánimo de un equipo que se vio superado por el Celta de Vigo tras el descanso.
Esa sensación se agrandó después de que llegara el tanto vigués de Charles, que anotó en fuera de juego.
A partir de ese instante al Betis se le hizo un mundo encontrar ocasiones de gol y se quedó sin demasiados argumentos futbolísticos para intentar una remontada que sólo el tanto de Rubén Castro en el minuto 44 pareció hacer posible. El resto de la segunda parte fue inferior al conjunto de Luis Enrique.
Dio la impresión de que Mel todavía tiene que encajar piezas en esta plantilla tan novedosa en la que más de la mitad de sus componente son nuevos.
Falló la puntería pero también siguió dejando dudas la defensa. Sin demasiadas llegadas a la meta de Guillermo Sara, menos infalible que el jueves, los gallegos consiguieron un botín de dos goles.
Ajustes que debe realizar el Betis, como la mezcla del centro del campo.
La derrota ante el Celta puede considerarse un accidente por las numerosas ocasiones falladas en la primera parte, pero igualmente un aviso por lo visto en la segunda parte donde el Betis sufrió un apagón en el que también tuvo que ver el cansancio por el partido del jueves.
Una acumulación de partidos que se repetirá a lo largo de la temporada y ante la que debe estar prevenido.
Javier Carbonero