Real Betis Balompié 1 (Paulao) – R.C.D. Espanyol 0

El Betis logró una nueva victoria frente a un rival que llevó el peso del partido pero que tiene muchas carencias, sobre todo en ataque. El equipo de Mel sufrió al final para lograr los tres puntos.

El conjunto bético este año ha cambiado su manera de afrontar los encuentros. Del control de la pelota y del juego ha pasado a jugar descaradamente a la contra. Frente al Espanyol fue así incluso cuando el equipo barcelonés jugaba con un futbolista menos. El Betis se encontraba cómodo en la primera mitad porque el Espanyol no creaba peligro.

Dominaba la posesión del balón pero sin profundidad. Más a gusto se sintió cuando Paulao adelantó a los béticos con un gran remate de cabeza. Poco después, el central brasileño se retiró lesionado tras una fuerte entrada de Wakaso, que no vio en esa ocasión la amarilla y después vio dos por acciones más livianas.

Eso demuestra también la pobre actuación arbitral, que estuvo cargada de errores de bulto, como si fuera el primer partido que arbitraba en su vida.
Tras el descanso el dominio catalán se incrementó y el Betis buscaba contragolpes rápidos. Nono entró por Pozuelo para dar más equilibrio al centro del campo verdiblanco, pero ni con la expulsión de jugador perico el Betis controló el juego. Mediada la segunda mitad si empezó a dominar el partido y tuvo claras ocasiones para sentenciar el encuentro.

Como no logró el segundo gol, terminó encerrado por el Espanyol, que dispuso de oportunidades para empatar el partido. Casto con un par de intervenciones y un extraordinario Mario solventaron los ataques blanquiazules.

Nueve puntos sobre doce disputados es una renta muy positiva para el conjunto de Mel. Más aun cuando la imagen del Beis es manifiestamente mejorable. Pero como dice el titular de esta crónica, ganando es más fácil mejorar.

LO MEJOR: el partidazo de Mario.
LO PEOR: la lesión de Paulao.

Pablo Caballero Payán