El Betis ha vuelto. Después de bastantes temporadas ha conseguido unir el trabajo bien hecho desde el presidente hasta el último utillero con la fortuna necesaria para que las cosas vayan bien.

Nada de despilfarro: 9 fichajes con dos millones de euros. Un bloque repleto de jugadores con mucha hambre de triunfar y sin futbolistas acomodados que le hacían mucho daño al vestuario. Los jóvenes dan la cara apoyados por los nuevos fichajes y guiados por el líder espiritual del gran proyecto del Betis: Pepe Mel. El entrenador se ha propuesto triunfar en el equipo de sus amores y bien que lo está consiguiendo. Este Betis es colíder de Primera. Ya no está Lopera (sí Don Manuel, el Betis no ha desaparecido sin tu dinero y tus avales) y los verdiblancos vuelven a estar orgullosos de su equipo. Son humildes, como ha sido casi siempre este club, pero van con la cabeza muy alta. Para todos estos jugadores militar en el Betis es una delicia, un sueño en muchos de los casos y si alguno podría ser una estrella, llega con más ganas que ninguna y con la intención de disfrutar de la Liga española (véase el caso de Roque Santa Cruz). Ahora todos suman y nadie resta.

El club se moderniza por dentro y por fuera (incluso ya se hacen oficiales los espectadores que acuden al estadio, cosa que pese a su escasa trascendencia era impensable en otra época), poco a poco sale de la gran crisis económica y para colmo vence y convence en Primera. Y todo ello se acompaña con esa dosis de suerte necesaria para triunfar. ¿Alguien duda que el año del descenso Nsue hubiese marcado su ocasión o que el tiro de Rubén Castro no hubiera entrado? El Betis mereció ganarle al Mallorca, pero ahora cuando lo merece lo consigue.

Y después de ver dos jornadas completas de Primera podemos sacar una conclusión: el Betis no es peor que otros diez equipos de la categoría. Con la buena corriente que da la costumbre de ganar y con jugadores en racha como Rubén Castro, este equipo tiene un futuro bastante halagüeño. Eso sí, no se le pueden subir las victorias a la cabeza. Para ganar tendrán que dar siempre el 200 por cien. Si no es así comenzarán las derrotas. La Liga está bastante cortita de calidad, pero también ocurría eso hace tres años y el Betis descendió. A tope, el Mel Team se salvará de sobra. A medio gas es igual de ramplón que el resto. Pero el técnico no permitirá la más mínima relajación por lo que Heliópolis seguro que va a vivir un año muy bueno. Ya era hora.