En una de ellas destaca la representación de Averroes quien parece disfrutar de encontrarse en el lugar que le vio nacer. Sin embargo, difícilmente esa imagen podrá dar pistas sobre la grandiosidad de este andaluz y la repercusión de su figura.
Bien es verdad que Andalucía ha parido muchos sabios en épocas pasadas pero el protagonista de esta entrada merece una mención aparte.
Abul-Walid Ibn Rusd, nombre abreviado y latinizado como Averroes. Nació en 1126, en el seno de una prestigiosa familia. Filósofo, médico y maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina. Fue apodado “El nieto” por su abuelo, Cadí (gobernante-juez de los territorios musulmanes) principal de Córdoba durante el mandato de los almorávides. Cargo que también ostentó su padre hasta la llegada de los almohades y heredó el mismo Averroes en las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos.
Ya en el año 1143 ejercía en la corte almohade colaborando en la reforma de la enseñanza que planeó el sultán. Sin embargo, fue con el segundo sultán almohade con quien ganó en protagonismo cuando, consciente de su gran intelecto, éste le encarga el análisis de las obras de Aristóteles.
Estudioso incansable que daba lecciones en la mezquita a sus discípulos, elaboró una enciclopedia médica, se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y sus escritos influyeron en el pensamiento cristiano de la Edad Media y el Renacimiento. No es de extrañar que, como él insistía, solamente había pasado dos noches sin estudiar: cuando murió su padre y el día de su boda.
En otro aspecto, se vuelve muy interesante comprobar la manera en la que Averroes se muestra como un auténtico feminista de su tiempo criticando el papel al que se desplaza a la mujer:
“Nuestro estado social no deja ver lo que de sí pueden dar las mujeres. Parecen destinadas exclusivamente a dar a luz y amamantar a sus hijos, y ese estado de servidumbre ha destruido en ellas la facultad de las grandes cosas. He aquí por qué no se ve entre nosotros mujer alguna dotada de virtudes morales: su vida transcurre como la de las plantas, al cuidado de sus propios maridos. De aquí proviene la miseria que devora nuestras ciudades porque el número de mujeres es doble que el de hombres y no pueden procurarse lo necesario para vivir por medio del trabajo"
Las aportaciones de Averroes se volvieron trascendentales en las posteriores épocas de la historia del pensamiento en Europa y en diferentes culturas. Sus análisis de las obras de Aristóteles fueron tomados como punto de partida por los judíos y esto influyó en la manera de enfocar su ciencia. Igualmente, Averroes contagió al cristianismo que tomó sus estudios y los divulgó por medio de la Escuela de Traductores de Toledo facilitando el renacimiento cultural de España y, más tarde, del occidente cristiano.
Fuentes:
- Forcada, M. (1998) Averroes y los averroísmos: actas del III Congreso Medieval de Filosofía Medieval, 49-102. Zaragoza.
- Montada, J. L. (1998) Averroes y los averroísmos: actas del III Congreso Medieval de Filosofía Medieval, 29-48. Zaragoza.
- Negrín, O. (2005) Historia de la educación en España: autores, textos y documentos. UNED: Madrid.
- Ramón Guerrero, R. (1998) Averroes y los averroísmos: actas del III Congreso Medieval de Filosofía Medieval, 103-128. Zaragoza.
por jose1907
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