Uno que es de lágrima fácil y de corazón blando, lleva desde el sábado por la noche queriendo plasmar en un papel lo que sentí cuando cincuenta mil almas cantaban el himno la otra noche en nuestro particular y especial teatro de los sueños.

Uno que ha vivido tanto y cuanto con estos colores, descensos dolorosos y ominosos, tardes y tardes de infarto pegados a una radio esperando que no llegase ese gol que te manda al infierno, post partidos desahogando la rabia y el enfado en aquella antigua puerta de cristales…. Como no ascensos, clasificaciones milagrosas y hasta títulos…. Lo que no podría imaginar siquiera es que la otra noche poco tiempo después de despedir a mi apreciado y admirado hermano de causa, me prestaba a vivir unos de esos momentos mágicos y únicos que este equipo te depara cuando menos te lo espera.

Ya apuntaba la noche cuando se sabía que los que llevan mucho tiempo dedicándose en cuerpo y alma a estos benditos colores una vez más habían marcado el camino para que todo fuera como al final salió… gracias una vez más a todos. Y entonces llegó el momento, la explosión de colorido y de júbilo cuando los equipos asomaron por el túnel de vestuario y el colofón:

Cincuenta mil gargantas y un solo grito. Cincuenta mil corazones y un sentimiento. Cincuenta mil almas y una pasión… cincuenta mil arriba o abajo se dieron cita la otra noche para animarte, para cantarte, para apoyarte, para verte, en definitiva para estar a tu lado.

Cincuenta mil herencias que nuestros padres nos dejaron ante ti. Cincuentas mil alientos apiñados más que nunca como balas de cañón… porque esta noche como miles de otras noches no hay quien pueda con esta afición.

No lo puedo negar, no lo puedo esconder ni tampoco quiero, pero termine el himno tragándome mi llanto y sumido en un mar de lágrimas… y reconozco que hace mucho tiempo que no lloro con este equipo y muchas veces después de tanto y cuanto dudaba si lo volvería hacer…

Alguien no quiso que la noche terminara siendo mágica, aunque ni ese alguien ni nadie, podrá ya borrar de mi memoria y de mis recuerdos el momento vivido, las emociones sentidas y el gran orgullo que una vez más sentí de querer a este equipo, estos colores y esta afición.

By Dolvi