Nos sentimos abatidos, sollozamos lágrimas de desesperación. Tantas ilusiones tuvimos, de tantas ellas nos privaron. En dos eternos años supimos lo que era el infierno, y después de lidiar duras batallas conseguimos vencer.

No fue épico, pero si grandioso. Sabíamos que tarde o temprano llegarían tiempos mejores, y nuestra dura travesía por el desierto que debemos cruzar comienza aquí, frente al rival más espinoso e ilusionante posible.

Para alcanzar el éxito, debemos unir nuestras fuerzas. Resurgir cual Ave Fénix. Volver a ser el grandioso equipo que siempre fuimos, existiendo una estelar comunión entre el equipo y la afición. Una grandiosa afición que nunca se rinde, y a la que ha llegado el momento de demostrar muchas cosas, por algo somos la mejor afición del mundo.

La motivación será fundamental para una lucha tan intensa como la que nos tocará vivir.

Quién lo diría, tantas ilusiones y tantos sentimientos prendidos de un simple partido de fútbol. Una cosa será segura, acabaremos la dramática noche llorando. Será el más profundo éxtasis o la más inmunda decepción. Eso sí, siempre apoyaremos al equipo incondicionalmente.

El Benito Villamarín debe ser el vivo reflejo del infierno del que hemos tenido que salir, desde el otro lado de la ciudad recordarán este día durante años. Nuestros nietos nos preguntarán por ese día, y contaremos orgullosos que formamos parte de tan ambiciosa victoria. Señores, somos el Real Betis Balompie. Somos diferentes.

Pudimos elegir el camino fácil, pero no nos gustan las facilidades, los retos nos hacen más fuertes. Como fuertes están tatuadas las trece barras en nuestros corazones, con dos colores que perfilan nuestros sueños.

El verde simboliza la esperanza y la ilusión de un colectivo que nunca se rinde, por que como todos sabemos, somos mucho más que una misma afición, pertenecemos a una gran familia.

El blanco la pureza de nuestros sentimientos, que son eternamente fieles y generosos a la unión bética.

No estáis solos en Sevilla, béticos de todo el mundo estarán frente al televisor arrancándose las uñas a mordiscos. Lloraremos con vosotros, toda la fuerza del más puro beticismo estará presente en Heliópolis. No es nuestro mejor momento, pero si algo hemos aprendido es que nos crecemos ante las adversidades. Somos los más grandes, y los seguiremos siendo.

Hermanos verdiblancos, el gran día está a punto de llegar. Dejemos el listón bien alto. Demostremos por qué somos el REAL BETIS BALOMPIE. Sintamos la fuerza de la unión de tanto sentimiento compartido. Dejémonos la garganta y el corazón cada segundo que transcurra.

La afonía será muestra de nuestra victoria, y las lágrimas del honor de una afición que hizo todo lo que pudo.

No será fácil, pero entre todos lo lograremos.

¡VIVA EL REAL BETIS BALOMPIE!

By Raulito_betico