Sábado, 31 de Mayo de 2009. No me hace falta ningún buscador para acordarme del día y casi de la hora exacta en la que el Real Betis Balompié descendía de categoría. Tarde lluviosa en Catalunya, transistor en mano y en un bar en el que nunca jamás he vuelto a entrar un Real Madrid - Osasuna de fondo. Golazo de Juanfran, el Real Betis Balompie era equipo de la Liga Adelante, quedaban 23 minutos, se me nublaba la mente y me empezaba a marear, mi mejor amigo sabía la que se podía avecinar y prefirió que hiciese lo que en ese momento necesitaba. Dejó de llover y cigarro en mano salí a la calle a dar una vuelta, minutos más tarde entré en otro bar y la pesadilla se confirmaba, el Real Betis Balompie, ya digo, descendía de categoría, dejaba después de 8 temporadas de estar entre los grandes de España. Cinco minutos después una llamada, mi padre. Estaba a más de 60 km. de casa por si sucedía, quería estar con unas personas especiales que por casualidades de la vida no viven en la misma ciudad que yo. Una cara triste junto a unas palabras amargas de mi padre el día anterior vaticinó lo que podía pasar, casi nunca se equivoca. Mi padre quería que volviese a casa, evidentemente no lo iba a hacer, entonces en aquel justo momento escuché a mi hermano de tan solo 9 años, por aquel entonces, llorar... lloraba como si no hubiese mañana. Colgué y destrocé el móvil, total... para mi hermano no había mañana en ese momento porqué el Real Betis Balompié había descendido, por qué lo tenía que haber para mí? Dos días sin parar de llorar, a más de 1.000 km. de la ciudad del Real Betis, dos días en los que solo "medio" sonreí un par veces, cuando mi padre con cara seria volvió a vaticinar otra cosa que finalmente se ha cumplido, "VOLVEREMOS HIJO, VOLVEREMOS"... puse el himno de Rafa Serna a todo trapo y empecé a llorar de nuevo, era el momento de ir a ver a mi abuelo, el que decidió que yo también iba a ser bético, que yo también iba a ser especial. "NIÑO, VAMOS A SEGUIR SIENDO DEL BETIS, PORQUE EL BETIS ES ASÍ, PERO AHORA MÁS QUE NUNCA, Y TRANQUILO QUE TARDE O TEMPRANO SUBIREMOS", estas fueron las palabras de mi abuelo, sonreí y sabía que ese día tarde o temprano tenía que llegar, me lo había dicho mi abuelo, una persona que decidió hacerse del Real Betis cuando éste estaba en tercera y otros, bueno... otros no.

Aquella semana posterior para mi fue simple, muy simple. Tenía 7 camisetas del Real Betis, me puse una cada día de la semana, de domingo (el día siguiente de descender) a domingo. Mis amigos me animaban pero a la par se reían, no me iba a achantar ahora. Gente por la calle, algunos me miraban incredulos y otros directamente venían a darme la mano y a felicitarme, "UN TÍO CON DOS BEMOLES", eso también lo ohí mucho. Evidentemente me decidí a ir el 15-J con los béticos catalanes que nos citamos en Plaza Sant Jaume, lo dimos todo y me dieron otra clase magistral de beticismo, sí, otra.

La primera temporada en segunda fue simple y llanamente un chiste de muy mal gusto. Juego rácano la mayor parte del campeonato, cambio de entrenador porque el primero de estos era pues eso, un rácano, jugadores muy poco o nada comprometidos, Lopera y su séquito todavía por ahí pululando como mandaban los cánones. Tocaba no subir y así fue, no subimos. Perdimos un ascenso en Salamanca y a la semana siguiente se confirmó. Más lágrimas, pero estas mucho más íntimas... de rabia e impotencia todas ellas. Por qué no estamos en primera de nuevo? Mi padre y mi abuelo no se podían equivocar, claro que no. Breve resumen de nuestro primer año en el infierno, volvimos a quedarnos a las puertas por un "simple" gol y por las malditas combinaciones con terceros equipos. De verdad, no merecimos subir y no subimos, ya no hacía falta darle más vueltas después de un 4-0 al Levante, equipo ascendido ya la semana anterior y que de poco sirivó.

Esta temporada empezaba fuerte. Lopera fuera, entraba Oliver, Oliver fuera, entraba Gordillo y todo esto con un proceso judicial de por medio, evidentemente. Todos los béticos observábamos esto con cierta duda, pero siempre con un halo de esperanza de ver que, después de tanta e incansable lucha por parte de muchísimos BÉTICOS, podíamos ser libres de nuevo, con tiempo y paciencia, pero libres. En el plano deportivo ya se sabe, buenos fichajes a un coste no muy excesivo dada la capacidad económica en la que se veía y se ve sumida el club, que han acabado rindiendo casi todos ellos a un gran nivel. Pero sobre todo un hombre clave, José Mel Pérez, nuevo entrenador del Real Betis que decidió tirar de cantera (entre otras cosas, claro), cosa que se sospechaba desde bien pronto que podría dar sus frutos, y vaya si los ha dado. Hemos tenido nuestros altibajos (recuerdo que somos el Real Betis Balompié), algunos de ellos preocupantes (como dato curioso, estas dos temporadas en segunda nunca fuimos capaces de conseguir 15 puntos en 5 partidos, mientras que sí hemos sido capaces de dejar de ganar todos y cada uno de ellos en un mes pésimo) y otros simplemente solucionables, derrotas y empates esporádicos que les llamo yo. Esporádicos porqué el Real Betis ha conseguido ganar a todos los equipos de la competición durante esta temporada menos al Celta de Vigo, dato curioso también, pero que te da a entender el nivel que hemos demostrado durante tantos meses.

Bien, hoy se acaba todo esto, se acaba como vaticinó mi padre, se acaba como mi abuelo dijo que pasaría... se acaba porqué simplemente se tiene que acabar, porque el Real Betis este año simplemente mereció ascender, hemos sido el mejor equipo y hoy lo hemos refrendado... y bueno, se acaba porqué también está bien que más ciudades y pueblos españoles tengan el gustoso honor de recibir al Real Betis Balompié en su estadio de vez en cuando, pero se acaba porqué volvemos a donde nos pertoca, por equipo, historia y sobre todo afición.

El Real Betis Balompié es de nuevo equipo de la primera división española. Sabemos como estamos, no hay capital económico, va a costar pagar las nóminas de los jugadores y algunos de ellos importantes de la plantilla van a tener que salir, pero confío, confío en Pepe Mel y en su buen hacer como técnico y sobre todo como líder. Confeccionará una buena plantilla dentro de las posibilidades que tenga y procurará mantener a los jugadores que de verdad son claves (no voy a escatimar y diré los nombres: Beñat, Iriney, Dorado, Rubén, Jorge, Salva Sevilla e incluso Ezequiel), con todo esto quizá el Real Betis haga una temporada muy digna, con todo esto quizá volvamos por la puerta grande... por que claro, recordar, somos el Real Betis Balompié. Como mandan de nuevo los cánones, se nos avecina un verano movido, altas y altas que finalmente sí se llevarán a cabo, bajas con jugadores que habrán fichado por siete equipos y medio a la misma vez, problemas económicos ya sabidos por todos, nuevo presidente... bueno, un sinfín de polémica con todos estos temas y alguno candente que seguro nos abordará, pero bueno... nada nuevo bajo el sol, somos el Real Betis Balompié, claro. Pero tranquilos, los jugadores se van y se quedan, algunos calarán más y otros menos en la afición y en la historia, pero aquí hay una cosa que nunca se irá... el escudo, esas trece barras verdes y blancas, eso es lo debe prevalecer hoy, este verano movido que nos espera, y toda la vida. Es por lo que siempre nos debemos sentir orgullosos cuando lo observemos detenidamente y veamos muchísimo más que un trozo de tela o una imagen pixelada correctamente en nuestro monitor.

Y ahora sí, igual que nos despedimos todos de la segunda división, me despido yo de ustedes. Gracias a todos los que hayáis dedicado vuestro valioso tiempo a leer este post escrito desde lo más profundo de mi corazón, verdiblanco todo él, por mucho que se empeñe mi doctor en llevarme la contraria.

Y con el permiso de todos ustedes, como campeones merecidamente además, se acabó... VOLVIMOS, Y PARA QUEDARNOS!


REAL BETIS BALOMPIÉ, SIEMPRE.

By Tim Cahill