…ya era bastante lo bastante conocido en su ciudad, tenía montones de amigos que nunca dudarían en darle todo lo que el pidiese, de hecho no sería quien era si no hubiese sido por ellos….

Su vida pasaba como la de cualquier mortal, con sus sinsabores, sus penas, sus llantos, sus alegrías, sus buenos ratos en familia los fines de semana…de vez en cuando la vida le sonreía un poco y escalaba algún que otro peldaño en la escalera de la sociedad y de vez en cuando le daba la espalda y tropezaba para caer rodando por esa misma escalera hasta el portal, en definitiva era uno más entre todos los habitantes de la tierra…pero esta vida tan monótona le agobiaba por momentos, se consumía al pensar que había otra forma de disfrutar la eternidad mucho más lujosa y exuberante, que se moría por ser invitado a esas fiestas que daban los ricos y poderosos a base del mejor caviar Ruso y más exquisito champagne Francés y se juró a si mismo que por todos los que desde siempre le habían tendido su mano y se sentían orgullosos de él lograría llegar a ser uno de ellos…

…trabajó duro durante muchos años, ahí en la sombra, donde todo el mundo sabe que es necesario estar para que algún día te de la luz y gracias a su esfuerzo y a la dosis de suerte necesaria que siempre hay que tener de cara lo consiguió…empezaron a reconocerle sus meritos y sus posibilidades, empezaron a llamarlo de vez en cuando para quedar a cenar en buenos y lujosos restaurantes donde él a sabiendas de sus limitaciones por su llamémosle “humilde” condición las paliaba con un elegante saber estar y con ese halo de simpatía que desprendía y que desde pequeño siempre le sacó de más de un apuro…así se hizo un sitio lo suficientemente importante como para que en el momento más inesperado fuese invitado a mudarse a un barrio de mas “caché”, donde ahora si podría asistir a esas fiesta con todo el lujo y hablaría de tu a tu a todos esos magnates que tanto alardearon siempre de sus posesiones…

…le costó trabajo acostumbrarse a esta nueva vida y aunque lo que más quería en el mundo que eran sus amigos no le fallaron no acababa de encontrase todo lo a gusto que él quería, quizá su manera de ser no bastaba para hacerse un sitio en un mundo donde priman los negocios, las corrupciones y el mirar siempre por encima del hombro del de al lado sin importar el daño que tengas que hacer para lograr tu objetivo…o simplemente es que no valía….al cabo de un tiempo un día llegó a su lujoso piso en lo alto de una colina y sentado en el sofá de diseño que siempre había querido tener le embargó la nostalgia…echaba de menos millones de cosas de su anterior vida pero había algo que lo mataba por dentro…algunos de sus amigos, una amplia mayoría de ellos…esos que antes lo veían por la calle y solamente lo saludaban o se paraban a charlar del tiempo que hacía, o se tomaban una caña…ahora le exigían, le pedían, le presionaban para que siguiese ahí en lo más alto, incluso presumían de el burlándose de todo aquel que no consiguiera tener su amistad…y se derrumbó, dejó de luchar y poco a poco fue saliendo de todo ese gran círculo en el que tanto trabajo le había costado meterse…

…recogió sus cosas y se volvió a su antiguo barrio con la cabeza agachada, le costaba un mundo mirar a los ojos a tanta gente que esperaba de él lo que él nunca había sido, incluso algunos le retiraron la palabra por que se sentían traicionados y humillados…llegó a su viejo piso donde por su ubicación siempre da el sol si ese día sale y se sentó en su viejo sofá orejero…miró sus manos y observó que a pesar de todo la tenía sudorosa pues en el trayecto que había de la cima a la sima había tenido que estrecharla un millón de veces y sonrió pensando que la vida era una broma continua de la que te ríes todos los días, y en la que si te sales de tu sitio el que pasas a ser de broma eres tu, además….nunca le gustó el caviar (sabía demasiado amargo)…y recordó las palabras que su vieja amiga Humidad le dijo antes de partir hacia una vida mejor…

-”…escucha Betis……!!!!….has de sabe que hasta para ser **** hay que valer…”–