Eso es mi afición actualmente. Un gigante dormido. Un gigante capaz, si quisiera, de sacudirse de un manotazo a toda la banda de ********s que desde el Consejo de Desadministración hasta la radio del Club se han apoderado de nuestro Real Betis.

No hay una afición tan grande y tan enorme como mi afición, pero está anestesiada, acostumbrada a una mediocridad deportiva e institucional que se nos ha ido dando poco a poco.

Manquepierda, la primera piedra de nuestra idiosincrasia, la base de nuestra filosofía y el guión que nos dice cómo vivir la vida incluso al margen del fútbol.

Manquepierda, nuestros cimientos.

Todo este tiempo han estado tirándonos esta piedra a la cabeza, multitud de veces, golpe a golpe, hasta que hemos confundido el Manquepierda con lo que es hoy el Real Betis, una institución caótica, atomizada, anticuada y con un negro futuro mientras sigan al mando los que están actualmente.

Golpe a golpe, desde los Jarni, Finidi y Alfonso hasta los Óscar López y Nano, desde los Serra hasta los Nogués, desde la Champions a la Segunda.

Necesitamos despertar del letargo, que repito, no fue repentino. Es como envejecer... aparentemente te ves igual día a día y no notas ningún cambio, pero ves una foto de hace unos años y la cosa cambia.

El espíritu del 15J es el adecuado, todos los días deberían ser 15J.

Tenemos ante nosotros la oportunidad de hacer historia, bien como la generación que salvó (de verdad) al Real Betis y su Sentimiento, o como aquella que mirando hacia otro lado se convirtió en la vergüenza de nuestros padres y nuestros hijos... si es que queda historia por contar