Y es que no consigo llegar a otra conclusión después de las abundantísimas decepciones que nos da nuestro Real Betis, o mejor dicho, su Consejo de ¿Administración? con Manuel Ruiz a la cabeza.

Parece cómo si todos los esfuerzos desde el club tuviesen como fin y objetivo la destrucción del Real Betis y todo lo que representa.

Estamos perdiendo símbolos y señas de identidad a manos de una persona que se autoproclama "salvador", aún hoy, cuando este rol salvador está puesto en duda por la justicia (ojo, que no lo digo yo, que lo dice una jueza).

Mes fatídico ese Junio del 92, sin duda.

Desde esa fecha, lo cortijero y casposo se ha instalado en nuestra casa. Ya no somos el segundo equipo de media España, ya no somos el Betis. Fichajes astronómicos que resultaron ser de la tienda de los veinte duros y que por supuesto pagó el Betis, no el "mesías", peleas, disputas, maltrato a nuestros símbolos, maltrato a la afición, el medio estadio, el boicot al centenario, ventas a personajes de pacotilla dignos de una película de Ozores, un equipo devaluado que tuvo la oportunidad de acomodarse entre los grandes, dos descensos... y así podría llenar una lista que sería interminable.

Pero amigo... me sigo levantando tarareando el himno. Creo que sigo dormido, anestesiado, igual que la afición, pero despertaré Manolo...