Amigos béticos.

Hago esta entrada, porque me duele lo que está pasando en nuestro país.

Ayer la selección le ganó a Alemania y todos estamos sacando pecho de españoles, pero España no va bien. Estamos en una crisis económica mundial, pero aquí además tenemos una crisis del sistema.

Tenemos un grave problema con las CCAA. Hay 17 leyes para casi todo, más la “ley” del Estado. En España mandan CIU y PNV, y un voto allí vale 6 veces más que en el resto de España. Me explico, UPyD tiene los mismos votos que el PNV y tiene 1 diputado mientras que el PNV tiene 6. Las cajas son chiringuitos del PSOE y del PP que no se arreglarán porque están detrás de la financiación de los partidos, al igual que las televisiones autonómicas. En teoría, un andaluz que se pone malo en Murcia y va a un ambulatorio tiene que esperar a que le hagan mil trámites para que le atiendan porque hay problemas de competencia, las cuevas de Altamira no salen en los libros de texto de Cataluña que prefieren explicar las Cuevas de cualquier pueblecito catalán, para cazar o pescar por el país se necesita una licencia por CCAA; y todo esto no son anécdotas sino que cuesta mucho dinero. Las competencias y por tanto los funcionarios, se duplican.

Llevo dos semanas que voy con cierta regularidad al Norte de Inglaterra, a Leeds, y este fin de semana, allí se ha anunciado que van a reducir hasta el 40 % del gasto público y que lo normal es que se reduzcan las plantillas de funcionarios en un 25 %. Los ingleses están asustados con el nuevo gobierno, pero al final de la conversación, te dicen que pase lo que pase, se van a apretar los machos.

Si habéis llegado hasta aquí, es suficiente. Alguien muy querido y que me conoce en profundidad, me dijo el otro día que soy un demagogo y puede que sea verdad, aunque discrepo. Y pienso que soy una persona fácil de conocer. Tengo pocos secretos y es fácil saber de mis miserias y virtudes.Y el que no me conozca, con meter en Google mis apellidos, tiene un blog donde me desnudo a diario.

En estos momentos, no son sólo los futbolistas los que tienen que cumplir el domingo. Los que nos gobiernan, nos están engañando. Y si no hay mala fe, hay negligencia. Eso es lo que todos pensamos, pero es que nosotros estamos a su altura. Pasamos de la política y dejamos que nos roben. Votar cada 4 años según el carisma de cada dirigente y con el corazón, es de idiotas, en el sentido que le daban los griegos a esta palabra. Según nos cuenta Fernando Savater, idiota era para ellos, el que no se interesaba por la política. Y esto es más grave, si como me ocurre a mí, sólo viví con la dictadura hasta los 3 años. Los traumas de nuestros abuelos y padres no nos tienen porqué marcar de por vida. No se puede votar a los que van a dirigir nuestro futuro con el sentimiento o por mero romanticismo. En temas como éstos, no se puede ser del Madrid o del Barcelona. Hay que ser de España, porque parece que le vamos a dejar a nuestros hijos un futuro peor del que nos dejaron nuestros padres. Por tanto, la responsabilidad no es sólo de los políticos, sino que la tiene todo el pueblo español, que está enfadado pero que parece que se conforma con ganarle a Alemania.

Creo que aparte de votar cada 4 años, hay que hacer más cosas. Hay que exigir a cada político que cumpla con su trabajo y si no, que nos deje hacerlo a nosotros. En definitiva, hay que pringarse. Cada uno con su equipo. Yo no os pido que os hagáis del Betis y pongáis la cara para que os la partan, pero si os pido que no dejéis a ZP o a quien le toque dentro de 2 años, que siga dejando el país en manos de CIU o PNV. Da igual que el gol lo marque Pujol o lo marque Sergio Ramos. Hay que hacer una segunda transición de verdad. Revisar sin complejos lo que no ha dado resultado o se ha ido degenerando desde 1978. Y regenerar el sistema. Las ONGs, las asociaciones civiles, las peñas y demás grupos, no son suficientes. Tiene que salir de cada uno de nosotros y al final hay que implicarse en política y tirarle de las orejas a los que gobiernan. Y si no te hacen caso, habrá que quitarles el puesto.

Puede que os haya aguado el día. Al menos yo sufro haciendo éste escrito. Esta reflexión viene de escuchar una conferencia el pasado martes y tuve que abandonar antes de tiempo la misma por un fuerte dolor de estómago. No soy pesimista y creo que España va a ganar el Mundial, lo que es muy bueno para nuestra mejor industria: el turismo. Pero hace falta un poquito más. Lo que hace falta, es que cada palo aguante su vela.